El Pueblo sabe de qué se trata

28/05/2018

Minuto Uno | Opinión

Por Juan Carlos Junio

 

Minuto uno

La renovada unión del país con el FMI a través del gobierno de Mauricio Macri tuvo un mal comienzo. El pueblo celebró el día de la Patria asumiendo en plenitud que está en peligro. Ni pastelitos, ni pericones, ni Tedeum ni gélidos ritualismos en soledad. Nuevamente el pueblo estuvo a la altura del momento histórico. En un nuevo aniversario de la Revolución de Mayo los argentinos volvemos al reclamo histórico: "El pueblo quiere saber de qué se trata".

Hay una suerte de desamparo, desconcierto, bronca, rechazo, pero la historia y el presente convocaron nuevamente a la plaza. Mientras el Presidente reitera su monótona frase: "lo peor ya pasó", sale de apuro a pedir ayuda a la Corona de nuestra época, el FMI, y se disculpa diciendo que fue "optimista con la inflación", justo cuando el flamante súper ministro Nicolás Dujovne vaticina más inflación y menos crecimiento. La respuesta del BCRA es la misma: vuelve a subir la tasa al 40% para frenar la inflación a la vez que apela a la buena voluntad de los capitalistas para que no suban los precios. Como siempre, esos grandes señores dan la callada por respuesta. Y ahora, para salir de la crisis, proponen una suerte de rara NEP, Nueva Economía Pragmática.

Pero la realidad se muestra implacable: la harina aumenta 15%, las pastas secas 7%, la yerba, el aceite y la cerveza 4% y las lámparas 9% (encima que sube la luz aumentan las lamparitas). En las primeras semanas de mayo, el arroz subió un 8%, la leche un 5% y los huevos un 7%.

Ya no hay duda de que el tema de la inflación está pasando a castaño oscuro, generando una contradicción insalvable con gremios que cerraron paritarias en 15% en cuotas y ahora resulta que no existe ni un solo analista que no diga que la inflación va a estar entre 25 y 30%. Estaríamos entonces ante una pérdida para los asalariados de más de 10 puntos en el año.

Como si fuera poco, sigue la inercia del ministro de la Shell, Juan Aranguren, quien sostiene a cara de perro su pacto con las petroleras a costa de los usuarios. Para julio se acabó lo que se daba: levantan el congelamiento que tuvieron que improvisar por un par de meses por el cimbronazo cambiario y la nafta volverá a aumentar un 10%. Y, una vez más, advierten que todavía el precio está atrasado. El viernes pasado desde el despacho presidencial adelantaron que "la corrección quedó corta" o sea que las tarifas seguirán subiendo.

Así las cosas, se informó que en abril una familia tipo necesitó 18.258 pesos para no ser pobre. Son datos viejos, ya estamos entrando a junio. Es de esperar que cuando se computen los precios actuales que nos dejó la devaluación se supere el umbral de 20.000 pesos. Esa realidad ya está en la calle. Por eso decimos que hoy se necesitan más de 20.000 pesos para no ser pobre. La situación social en los sectores más humildes y las clases medias se agrava.

Por su parte, las cuentas externas siguen descarriadas y sin miras que intenten frenar las importaciones ni la fuga de capitales. El año pasado el déficit comercial de abril había sido 112 millones de dólares y este año se fue a 938 millones de dólares. 112 contra 938 en un año. Seguimos batiendo récords: de todo el mundo nos venden sus mercaderías sobrantes.

Pero hay más: en abril tuvimos la mayor salida de capitales financieros en un mes de los últimos 17 años, lo que produjo el más alto egreso en la cuenta capital y financiera (por US$ 4.000 millones) desde octubre de 2007 a la fecha.

Ahora bien, asumamos la pregunta de la hora: ¿a qué fuimos al FMI? Todo indica que a financiar la fuga de capitales del poder económico, y su clásico de siempre: bajar el gasto social, es decir jubilaciones, educación, subsidios a los servicios públicos, etcétera.

Pero la concentración popular del 25 mostró un Pueblo que sabe bien de qué se trata.

El Papa Francisco le mandó una carta al presidente por el 25 de mayo pidiéndole "una sociedad más justa, fraterna y solidaria". Destacamos la idea de solidaridad como valor fundamental de la sociedad.

Siempre es valioso recurrir al pensamiento sanmartiniano: "cuando la Patria está en peligro, todo está permitido, excepto no defenderla".

 

Nota publicada en Minuto Uno el 28/05/2018