LA MUERTE DE HUGO CHÁVEZ
Entrevista al diputado nacional de Nuevo Encuentro Juan Carlos Junio. El legislador analiza cómo sigue Venezuela después de la muerte de Hugo Chávez.
AGENCIA PACO URONDO:  Una primera reflexión sobre Chávez: ¿Qué nos deja su ejemplo?
JCJ:  De su conducta política y de su personalidad como líder popular,  transcurridos 14 años de su fenomenal despliegue; emergen múltiples  elementos ejemplares para valorar.
Quizás una primera cuestión  que hay que reconocer fue su sentido visionario de época. Se enfrentó a  expresiones políticas perimidas de la partidocracia de derecha, tuvo la  decisión de convocar a su pueblo a votarlo por primera vez y desde su  joven pero gran legitimidad, marcó a fuego el modelo neoliberal, las  clases dirigentes y la sumisión al imperio como las causantes de la  infelicidad de su pueblo y del saqueo de las enormes riquezas naturales  de su Patria.
Fue entonces el iniciador de una nueva fase histórica  en el continente, continuadora de las luchas independentistas y  anticoloniales de inicios del siglo XIX.
Chávez, todavía en  soledad en el continente; llamó a enfrentar al imperio y recuperar la  soberanía económica independizándose de los infinitos condicionantes  articulados por los poderes mundiales, reivindicando al pueblo llano, a  las multitudes eternamente postergadas y vilipendiadas, a los indios,  mestizos, negros y zambos (como él), crónicamente discriminados. En  suma, convocó a las grandes mayorías populares a ser protagonistas de  una nueva época, que los libere, los dignifique, no sólo en términos  económicos, sino también culturales y educacionales.
Para ese  sueño tan trascendente, como dos siglos antes, había nuevamente que  integrar a los pueblos del continente. Lo vislumbró y lo hizo.
Luego  otros pueblos y líderes americanos también eligieron romper con el  imperio, entre ellos nuestro Néstor Kirchner y luego Cristina. Vinieron  Evo, Correa, Lula, Dilma, Mujica y la siempre presente Cuba de Fidel.
En  suma, Chávez desde muy joven elevó su mirada por sobre las infinitas  cuestiones circunstanciales de la lucha por el poder, definió un rumbo y  un norte revolucionario para su patria y su continente, y tuvo  determinación y valentía para enfrentar los designios que el enemigo le  planteó. Fue odiado por las clases aristocráticas y por todos los  políticos genuflexos y pusilánimes, pero logró lo mejor: el amor  infinito de su pueblo y el compromiso vital de tomar sus banderas y  elevarlas hasta el triunfo.
América toda valora y agradece que  haya contribuido tan profundamente el inicio y apertura de un nuevo  tiempo, en el que el  proyecto de Patria Grande vuelve como centro del  programa emancipador.
AGENCIA PACO URONDO:  ¿Lo conoció personalmente? ¿Qué recuerda de su personalidad que pueda ser menos conocido?
JCJ:  Lo conocí a fines del año 2007. En el Centro Cultural de la Cooperación  Floreal Gorini realizamos por entonces un gran encuentro de la cultura,  al que concurrieron 300 personalidades del arte y las ciencias  sociales.
Tuvimos como invitado excluyente al Comandante Chávez.  Me tocó ofrecer las palabras de bienvenida, rescatando los valores y la  trayectoria del Presidente venezolano. Estuvieron acompañando en la  mesa: Tato Pablovsky, Leonor Manzo, Carlos Heller y Atilio Borón.
Ante  la expectativa general de la sala colmada, como llegó demorado, en vez  de dirigirse a la mesa para iniciar el acto, fue derecho al lugar en que  un grupo de músicos venezolanos estaba tocando para hacer más llevadera  la espera. Con su habitual espontaneidad, cantó varias canciones y  recitó una larga oda épica de su Patria.
Comenzó así ese  encuentro. Todo el orden y el protocolo fue alterado por su actitud  sinceramente llana, alegre y llena de sentido solidario.
Compartimos  con el Comandante tres horas. Valoró fuertemente nuestra iniciativa en  torno a las cuestiones de la “batalla cultural”, a nuestro manifiesto a  la cultura de América, convocando a integrarse a la lucha política  revolucionaria que se estaba librando y a revalorar con un sentido  crítico nuestras raíces culturales comunes.
Con gran naturalidad  relató logros, dificultades y errores de la revolución bolivariana y de  él mismo. Alternó su alocución con anécdotas sobre sus encuentros con  Fidel, las observaciones críticas del cubano hacia su persona, siempre  reconociéndole el carácter de maestro.
Insisto, todo con una gran  modestia y alegría. Fue sorprendente su dominio de los libros de  reciente aparición, como de los clásicos del marxismo, de la Biblia y de  la literatura clásica universal.
El relato sería muy extenso y emocionante. Fue en suma un gran momento de la vida, que ahora valoro más que nunca.
AGENCIA PACO URONDO:  ¿Qué opina de las multitudinarias manifestaciones que lo despiden?
JCJ:  Si bien todos conocíamos el gran amor de su pueblo, resulta igualmente  sorprendente e impactante ver la “marea roja”. El único evento político  comparable quizás haya sido el del sepelio de Evita.
No se trata  sólo de un acontecimiento de masas como pocos en la historia del siglo  XXI y estos albores del nuevo siglo, sino que además se observa  claramente un altísimo compromiso político del pueblo.
La  presencia de los humildes, que vienen de los morros a despedirse de su  líder, se mezcla con gente de sectores medios. Es notable también la  masiva presencia de militares, de jóvenes, y quizás lo más significativo  sea el vuelco a las calles de las mujeres.
Es evidente que el  chavismo ha penetrado en diversas franjas del tejido social, lo cual no  altera el hecho de que la derecha todavía tenga un sustento muy  importante.
Los millones de venezolanos que son protagonistas de  esta despedida nos alientan a pensar seriamente que el chavismo, con  Maduro, triunfará nuevamente en la próxima contienda. Ya lo hizo en las  dos anteriores, la presidencial con el Comandante en campaña, y las de  gobernadores sin él.
La marea política y afectiva de las masas  revolucionarias se impondrá a la derecha que seguramente intentará  “echar al resto”. Por lo tanto, asistiremos a una fenomenal  confrontación política y cultural que trascenderá a todo el continente.
AGENCIA PACO URONDO: ¿Cómo ve el escenario a futuro, se habla mucho de lo que pueda pasar con el chavismo sin su presencia?
JCJ: La historia demuestra contundentemente que los hombres como el Presidente-Comandante Chávez son irremplazables.
Esta  realidad no debe llevar a pensar que sería mejor que estos fenómenos no  ocurrieran por el vacío que se genera cuando mueren.
El debate  sobre este dilema es antiguo y retorna en circunstancias como la actual.  Lo primero a señalar, en mi opinión, es que la vida de los pueblos, con  sus circunstancias imprevistas y contradictorias, fluye por sí misma,  generando fenómenos de liderazgo que no son planificables en ninguna  mesa de arena. Así las cosas, cuando se dan situaciones virtuosísimas  para los pueblos como es el caso de Chávez, la conclusión evidente es  que su emergencia fue claramente positiva, más bien decisiva, en el  acontecer político, social y cultural de su tiempo.
El vacío que  efectivamente queda será cubierto por la generación de relevo y  esencialmente por las masas movilizadas que se potencian ahora, con un  gran símbolo.
Resulta lógico pensar que el valor del  símbolo-Chávez será fundamental para afirmar la identidad del pueblo con  el proceso bolivariano-chavista, profundizando su compromiso con la  gran lucha política que seguramente se librará en los próximos tiempos  en Venezuela y en toda nuestra América.