Políticas y resultados idénticos

12/08/2018

Página/12 | Opinión

Por Carlos Heller 

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Mientras los problemas de actividad y empleo se acumulan y se profundiza el ajuste, el Foro de Convergencia Empresarial volvió a decir presente en los medios, pidiendo mayores dosis de la misma medicina. Javier Goñi (IDEA) fue uno de los que expresaron el pensamiento del Foro, que reúne a los sectores económicos más concentrados del país. Señaló que “el equilibrio fiscal es un tema de toda la sociedad (…), para ser un país en serio tenemos que tener equilibrio fiscal”.

Detrás del discurso, el mismo pedido fiscalista de siempre. En este caso, prescriben que las provincias no se alejen de los compromisos en materia tributaria, como es el caso de la reducción del Impuesto a los Ingresos Brutos. Algo similar a lo que ocurre con el esquema pautado para la reducción de las retenciones a la soja, cuya baja ya afecta a la recaudación fiscal.

Intentando seducir a los grandes exportadores de ese producto, el gobierno mostró que no piensa dar un solo paso atrás: “Las retenciones se fueron y no van a volver”, dijo el presidente Macri en Tandil, a fines de junio. La convergencia entre empresarios y gobierno es total. Comunión que no se observa con los restantes sectores de la sociedad.

La línea que va del discurso conservador a las políticas de ajuste, y de allí al empeoramiento de las condiciones de vida de las personas, no es una peculiaridad de la Argentina. Es importante comparar con la experiencia de otros países. Egipto es uno de los casos, ya que desde 2016 mantiene un programa de facilidades extendidas con el FMI, similar al stand by, por el que recibió un préstamo de 12.000 millones de dólares y se comprometió a realizar fuertes ajustes.

Algunas similitudes interesantes pueden hallarse, por ejemplo, desde el lado del discurso: los planes son siempre de los gobiernos, nunca del FMI. Poco antes del acuerdo egipcio, un funcionario del organismo sostenía: “El Gobierno reconoce la necesidad de una implementación rápida de las reformas económicas para restaurar la estabilidad macroeconómica”. En cuanto a Argentina, el FMI afirmó en el texto que presentó en julio que “el plan de las autoridades argentinas apunta a reforzar la economía”.

Las políticas cambiarias y de austeridad son casi idénticas. De hecho, en Egipto, apenas se dejó flotar el tipo de cambio la divisa subió un 50 por ciento y en los siguientes 15 meses la inflación se ubicó cerca del 30 por ciento. Sólo una llamativa coincidencia respecto de algunos de los valores que maneja nuestra economía. Recientemente las autoridades egipcias introdujeron aumentos en los precios del combustible, el agua potable y la electricidad, entre otros. En mayo la tarifa del metro ya había aumentado un 300 por ciento, generando fuertes protestas.

Para el presupuesto 2019 pactado con el FMI, el gobierno egipcio se comprometió a eliminar las subvenciones a la gasolina, que están atadas a la fluctuación del dólar. Mientras, la deuda pública no ha cesado de aumentar, llegando en 2017 a los 101 puntos del PIB, 16 puntos porcentuales más que antes de recibir el dinero del FMI. Por las dudas, el Presidente pidió a los egipcios paciencia, ya que, sostuvo, las reformas que debieron aplicarse hace mucho tiempo traerán sus compensaciones a largo plazo.

La evidencia resulta suficiente. Sirve de espejo para analizar el presente, pero también para avizorar el derrotero de lo que podría ocurrir aquí en nuestro país.

Por eso preocupa que, según algunos empresarios que participan del Foro, “el sector privado ya hizo el ajuste”. Un ajuste que en realidad no le llegó a los formadores de precios, pero que sí afecta –y lo hará cada vez más– a Pymes, a trabajadores y a quienes cobran una jubilación. Es la idea de que el sacrifico lo deben hacer siempre los demás. Aplica tanto en momentos de mayor actividad económica (a lo sumo se permite cierto “goteo”) como en las épocas de “vacas flacas”, como la actual.

El mercado nunca ha dado pruebas de que tenga intenciones de autorregularse. El freno al ajuste sólo lo pueden activar los sectores que están siendo verdaderamente ajustados.

 

 Nota publicada en Página/12 el 12/08/2018