PSoleras misioneras paramos y nos paramos

11/03/2019

Hace años nos juntamos por convicciones políticas para desarrollar nuestra militancia. Meses después de incorporarnos al Partido Solidario de la mano de nuestra parlamentaria del Mercosur Julia Perié, comenzamos a armar el Frente de Mujeres PSol Misiones porque nos sentimos convocadas y representadas, hermanas en la misma lucha. Desde entonces participamos como PSol en la Coordinadora provincial de Mujeres, Trans, Travestis y Lesbianas, así como en los espacios de géneros de Unidad Ciudadana. Allí debatimos nuestras posiciones y nos encontramos con compañerxs de otras organizaciones. La sororidad enriquece nuestra unidad: multicolor en la diversidad. 
Misiones es nuestro primer escenario de disputa. Nosotras paramos, decidimos no trabajar y salimos a la calle en una provincia rica llena de pobres, arriba de la media nacional de femicidios y embarazos de niñas (violaciones). Nos encontramos en los últimos 8M, 3J, 8A y todas las otras movilizaciones, porque decidimos no callarnos más, y para hacernos ver con las banderas feministas de igualdad política, social, cultural, laboral. Nos empoderamos colectivamente, nos organizamos. 
Los 4 femicidios ocurridos en lo que va de 2019, la maternidad impuesta a mujeres y niñas pobres y el silencio estatal absoluto nos entristecen y nos llenan de impotencia. Pero, a la vez, nos revelan, nos convocan, y nos llenan de lucha por esas mujeres calladas brutalmente. 
En la esperanza de la calle y las plazas nos convocamos para decir ¡BASTA! y afirmar el estado de emergencia ante tanta violencia. En un 8M contundente en su reclamo de igualdad, nos plantamos y exigimos el fin del modelo de ajuste, y políticas públicas para combatir la desigualdad, entre ellas el cumplimiento de la Ley de Educación Sexual Integral. Y, al mismo tiempo, en este año de elecciones presidenciales, apostamos a la construcción de una alternativa popular con perspectiva feminista. Como decimos en nuestro documento nacional, es impensable un proyecto democrático, popular y nacional que no esté profundamente comprometido con la igualdad y no discriminación por género. Y la construcción de una alternativa contra el neoliberalismo -hoy urgente- es inseparable de las reivindicaciones de género.
Esta construcción es en conjunto, también de varones a la par. Respetando el proceso necesario para comprender la complejidad de este movimiento histórico que nos atraviesa y crece a cada instante, el objetivo es derribar los modelos mentales impuestos por los mandatos patriarcales, mandatos que nos matan y nos dividen, nos limitan, nos hacen actuar de una determinada forma. Y que hasta ahora no cuestionábamos porque teníamos naturalizados. 
Este 8M, otra vez, pudimos expresarnos y luchar juntas. Nos convoca la igualdad. Creemos en un mundo de compañeras en lugares de conducción. Un mundo de pares. En las calles nos fuimos encontrando y reconociendo. En las plazas, hombro con hombro, con nuestras consignas, nos hicimos hermanas. Niñas madres, femicidios, violaciones, trata y abortos clandestinos nos ponen así: ¡A pelear! Exigimos que paren de matarnos, exigimos un Estado responsable y activo.
El 8 de Marzo nosotras paramos: por las que no están, por las que estamos y por las semillas que vendrán.