Carlos Heller y Martín Sabbatella analizaron las causas políticas del crimen de Ferreyra

25/10/2010

25/10/2010 - Tiempo Argentino

“La derecha quiere sacar de la cancha la participación de los trabajadores”

Heller - Nota Tiempo Argentino - 25-10-2010

Por Martín Piqué

Los diputados de Nuevo Encuentro creen que detrás de lo ocurrido en Barracas se esconde la intención de degradar al movimiento sindical. Y que a los sectores conservadores les preocupa el reparto de ganancias que impulsa la CGT.

Sentados en la misma mesa de un bar de Palermo, los diputados Martín Sabbatella y Carlos Heller confirman en cada respuesta por qué forman parte del mismo bloque, del mismo espacio político. Reunidos por Tiempo Argentino para hacer esta entrevista común, Sabbatella y Heller se turnan para contestar las preguntas. Pero también se interrumpen –fruto del apasionamiento y de la atención con la que siguen el diálogo- para profundizar un argumento que acaba de desarrollar el otro, para subrayar una idea. El crimen del joven militante Mariano Ferreyra, la investigación sobre sus autores materiales e intelectuales, las consecuencias políticas que se pueden derivar del hecho, ocupan la mayor parte de la conversación. “La derecha argentina está queriendo utilizar este crimen aberrante para sacar de la cancha la participación de los trabajadores en la construcción de una sociedad distinta”, advierte Sabbatella.

Los dos diputados muestran total sintonía en su enérgica condena al asesinato, en la exigencia de un esclarecimiento rápido que llegue hasta los autores ideológicos y en la advertencia de no caer en la tentación de ser funcionales a los sectores conservadores y privilegiados de la derecha. “A los sectores conservadores les preocupa mucho más el proyecto de ley que habla de participación de los trabajadores en las utilidades que las prácticas patoteriles que pueda haber en el movimiento obrero. La historia no los muestra preocupados por eso. Y sí los muestra preocupados y dispuestos a cualquier cosa cuando aparecen iniciativas que acrecientan el poder del movimiento obrero y del campo popular”, subraya Heller.

–¿Qué significa para la Argentina el asesinato de Mariano Ferrey-ra?

Sabbatella: –Primero, el asesinato de Mariano genera un profundo dolor. Bronca, impotencia. Es el asesinato de un militante, de un pibe de 23 años, y genera elevar la voz con fuerza para reclamar justicia ante este brutal asesinato. Y para exigir celeridad en resolver quiénes son los autores materiales e intelectuales de este asesinato, y por supuesto también una investigación profunda sobre si hubo zonas liberadas o no. Y después, por supuesto, pone en discusión una vez más estas prácticas de patotas sindicales, asociadas a burocracias sindicales y al sindicalismo empresarial. Ese sindicalismo empresarial que fue cómplice también en el menemato. Todo esto obliga a los sectores políticos, sociales, gremiales, democráticos a comprometerse en desterrar definitivamente ese tipo de prácticas en la vida gremial y en la vida política.

Heller: –A uno se le congela la sangre cuando vuelven a suceder cosas como estas porque nos retrotraen a momentos terribles de la Argentina. Es imprescindible que el gobierno, el Estado, actúe en primer lugar con gran firmeza en la investigación, y obviamente en la sanción correspondiente a los responsables materiales e intelectuales. Porque generalmente esto no es obra de un loquito asesino, sino que responde a decisiones que en algún lugar se toman, en cuanto a disputa de espacios, o a la intención de sacar del espacio a determinadas expresiones de la política argentina que a alguien le pueden molestar. Que salga a la luz toda la responsabilidad que puede haber. Y seguramente van a quedar en evidencia las prácticas patoteriles. Para resolverlas hacen falta otras prácticas sindicales. En definitiva, aquí, como en otros temas, se debe aplicar lo que dice el artículo 14 bis de la Constitución Nacional, que habla de la libertad sindical. Cuando en la Argentina efectivamente exista libertad sindical plena, y los trabajadores puedan agruparse según sus convicciones libremente, se empezará a transitar el camino por el cual estas cosas se podrán resolver.

–¿Por qué creen que ocurrió todo cuando ya el grupo estaba en retirada?

S: –Todo eso lo tendrá que resolver la justicia. Es parte de la investigación. Ha sido un brutal asesinato, una emboscada. Se los fue a buscar, se los corrió para generar estas agresiones. También habrá que ver si hubo o no zonas liberadas por parte de la policía. Pero me parece importante decir que no todo el movimiento sindical, ni todo el movimiento obrero organizado, es esto. Y hay modelos sindicales distintos. Hay otras prácticas sindicales. Esto tiene que permitir discutir con fuerza estas cosas.

H: –Pero hay una cosa más. Estamos obviando un costado que no se puede obviar en el análisis, y es que existen trabajadores tercerizados. Acá hay una cuestión de fondo que es resultante de todo lo que aún subsiste del concepto de la flexibilidad laboral. Porque cuando la OIT habla de que el trabajo registrado es trabajo decente, de movida está definiendo que este otro es trabajo indecente. Es trabajo que se obliga a que el ciudadano o la ciudadana lo realice en condiciones indecentes. Y esas condiciones indecentes tienen que ver con el conjunto de los derechos. No es sólo lo remunerativo. La gran batalla para que estas cosas definitivamente sean erradicadas tiene que ver con eliminar la precarización laboral, con borrar todos los vestigios de flexibilización laboral, tiene que ver con desarrollar políticas de pleno empleo. Y no puede ser que existan estos mecanismos por los cuales a la gente se les paga la mitad para hacer lo mismo que cobra un trabajador regular o que está en blanco y en orden.

–¿Cuál es el grado de complicidad del sindicalismo con esta forma de flexibilización?

S:–Muchos sindicalistas empresarios, los famosos gordos de la CGT, explotan y además han sido parte y han sido cómplices en la aplicación. Por eso es importante condenar estas patotas sindicales, condenar estas prácticas sindicales, y al mismo tiempo condenar este sindicalismo empresarial. Pero también reivindicar la importancia del movimiento obrero organizado y la importancia del movimiento sindical. Porque esas prácticas lo que hacen es degradar ese movimiento sindical y la representación de los trabajadores. No todo el movimiento obrero funciona de la misma manera. Tanto en los sectores en los que nosotros nos sentimos más representados, como la CTA, que es un modelo sindical que nos representa; como no todo es lo mismo en la CGT. La realidad es que a ese menemato lo enfrentó la CTA y lo enfrentó también el MTA (ndr: se refiere al Movimiento de los Trabajadores Argentinos, la fracción del sindicalismo peronista encabezada por Hugo Moyano que en los ’90 se enfrentó al menemismo sin abandonar la CGT). Más allá de cuál es el modelo sindical que a nosotros sí nos representa, como por ejemplo la CTA que conduce Hugo Yasky. Pero es importante subrayar esta distinción. Porque en los sectores conservadores, en los sectores de la derecha argentina, están queriendo utilizar este crimen aberrante para sacar de la cancha la participación de los trabajadores en al construcción de una sociedad distinta.

–¿Qué opinan de la figura de Hugo Moyano y su rol en el sindicalismo actual? ¿Qué responsabilidad le cabe?

H: –Nosotros podemos tener simpatías, y convicciones por las que tenemos esas simpatías, pero yo creo que el ataque global que hoy hay hacia la conducción de la CGT no tiene que ver con estas prácticas. Porque es incluso anterior a esto. Tiene que ver con que desde los sectores conservadores se visualiza que es una pata importante de un proyecto político. Entonces, se lo cuestiona desde ahí. Hay que tener cuidado, y no hacer el juego a intereses que en definitiva no quieren terminar con las prácticas patoteriles o mafiosas. Lo que quieren es que no haya un movimiento obrero jugando políticamente en un determinado sentido. Ojo. Y ojo que no estoy diciendo que eso justifica nada. Lo que estoy diciendo es que hay que tener bastante cuidado de no hacer juego a otros intereses. Porque, cuando hablábamos de flexibilidad laboral, acordémonos de los que levantaron la mano y la votaron.

S: –Moyano es un dirigente que puede ser discutido en muchos temas, y uno podrá tener temas en los que no comparte y contradicciones, ahora también uno tiene que decir que Moyano y el MTA han sido parte de lo que enfrentó al modelo neoliberal en la Argentina y que tiene, en ese aspecto de la participación de los trabajadores en la construcción de una sociedad distinta, una mirada sobre cuál es el rol de las organizaciones sindicales. Para no meter a todos en la misma bolsa y ser injusto en la realidad de la historia que hemos vivido.

H: –Y le agregaría algo. Creo que a los sectores conservadores les preocupa mucho más el proyecto de ley que habla de participación de los trabajadores en las utilidades que las prácticas patoteriles que pueda haber en el movimiento obrero. Porque la historia no los muestra preocupados por eso. Y sí los muestra preocupados y dispuestos a cualquier cosa cuando aparecen iniciativas o proyectos que acrecientan el poder del movimiento obrero y del campo popular, o que directamente significan no sólo la cuestión del 10% de las utilidades –porque por ahí no pasa la discusión– sino que eso conlleva tener acceso a los libros, a los datos, a la contabilidad. Y eso es algo que los empresarios no quieren resignar de ninguna manera. Y por eso el lobby se mueve de una manera fenomenal.

–Desde los medios hegemónicos se quiere volver a asociar al gremialismo, incluso al peronismo, con la aparición de permanentes conflictos y la violencia.

S: –La democracia se nutre de las distintas voces y también se nutre de los conflictos, de los distintos intereses que conviven en una sociedad. Hay puja de intereses. Distribuir es sacar de un lado y poner en otro. Y eso genera conflictos. Entonces, la democracia ideal no es la que niega los conflictos, sino la que los resuelve democráticamente. Porque la negación del conflicto es el sostenimiento del statu quo, es el sostenimiento de las cosas como están. Y la realidad es que sostener las cosas como están beneficia…

H: –…a los dueños de las cosas.

S: –A quienes son los dueños de las cosas, claro (risas). El conflicto es parte de la sociedad democrática y parte, también, del crecimiento de la humanidad. Ahora, distinto es la violencia como método de acción política. Yo no la comparto. Y me parece que si hemos construido una democracia, y hay que seguir fortaleciéndola, el desafío es que la democracia sea el espacio y el límite de la acción política, por lo tanto no basta con tener la razón sino que tenés que construir mayorías. Y en ese desafío una cosa es enfrentar con fuerza la violencia como forma de acción política, y otra cosa es la negación del conflicto y su resolución democrática. Si hay un movimiento que ha sido víctima de la violencia política ha sido el peronismo, cuando comenzaron los bombardeos en la Plaza de Mayo y se bombardeaba la Plaza para asesinar a civiles.