Las proporcionalidades y los deseos de los mercados

28/10/2014

Tiempo Argentino

Por aproximadamente un 3%, Dilma Rousseff después de 12 años de gobierno del PT le ganó al recalcitrantemente neoliberal Aécio Neves, quien, en consecuencia matemática, se acercó al 49% de los votos.

Por Mariano Ciafardini

Por aproximadamente un 3%, Dilma Rousseff después de 12 años de gobierno del PT le ganó al recalcitrantemente neoliberal Aécio Neves, quien, en consecuencia matemática, se acercó al 49% de los votos. Si se quiere saber cómo oscilaron los humores electorales en Brasil desde el inicio del proceso electoral hace aproximadamente un mes atrás, basta con ver el gráfico de abscisas y ordenadas del indicador bursátil Bovespa del período correspondiente y leer las intenciones de voto de Dilma en forma inversamente proporcional a las ganancias de los que allí especulan. Eso indican los intereses que estaban (y están) detrás de cada uno de los dos candidatos. Siguiendo con las proporcionalidades, es difícil de explicar el resultado a nivel de los escaños parlamentarios. El PT y su principal aliado de izquierda, el Partido Comunista de Brasil, perdieron fuerza en ambas cámaras, pero la alianza oficialista ganó, no tanto por lo obtenido por el PMDB, viejo partido que agrupa distintos cacicazgos estaduales, sino por lo aumentado por otros partidos de la alianza oficialista más pequeños, muchos de ellos más conservadores. O sea que, para gobernar, la flamante reelecta presidenta y su partido tendrán que llevar adelante una compleja partida ajedrecística en todos aquellos casos que requieran el aval parlamentario, que son en general los más importantes. En particular uno que se viene es el pedido de juicio político con que amenaza la oposición, a raíz de la denuncia de corrupción en Petrobras contra ella, que precisa de los tres quintos de la asamblea.

Dejando por fin la tiranía de las proporcionalidades, hay que decir que el triunfo es histórico y tan importante para el proceso antineoliberal y progresista latinoamericano como dramático habría sido el triunfo de Neves y su vuelta a las relaciones carnales con EE UU y el capital financiero, que el domingo sufrió un duro golpe en Brasil.

 

*Comisión de Relaciones Internacionales del Partido Solidario.