Sintonía fina para gestionar la economía

12/01/2014

Tiempo Argentino | Panorama Económico
La autoridad monetaria busca vigorizar la inversión, fortalecer el mercado interno y el comercio exterior.

Por Carlos Heller

El Banco Central publicó recientemente los objetivos y planes para el año 2014; en las consideraciones generales detalla que "la historia argentina ha mostrado, por ejemplo, que la estabilidad monetaria no puede obtenerse al costo de tener elevado desempleo, bajo crecimiento o recesión, pérdida de competitividad económica, endeudamiento excesivo, fragilidad financiera, ni como resultado de renunciar a las herramientas básicas de la gestión macroeconómica". A partir de este concepto, administrarán la liquidez de acuerdo con las necesidades del normal funcionamiento de la economía. En materia de política cambiaria "se continuará interviniendo en el mercado de cambios bajo el régimen de flotación administrada del tipo de cambio con el objeto de acotar los excesos de volatilidad cambiaria que pudieran ser perjudiciales en términos monetarios, financieros o de actividad económica. Se preserva así la flexibilidad necesaria para amortiguar shocks de diversa naturaleza que afecten la economía". También se prevé una "evolución favorable de las reservas internacionales".

A través de su política de crédito, la autoridad monetaria se propone contribuir a vigorizar el proceso de inversión, fortalecer el mercado interno y estimular el comercio exterior. Los datos son alentadores: mientras que entre 2006 y 2010 el crédito al sector privado se ubicó en un entorno del 12% del PBI, en diciembre de 2013 llegó al 17,3 por ciento.

Esta evolución está ligada a las políticas activas que se han implementado, principalmente la línea de crédito para la inversión productiva, destinada a financiar la compra de bienes de capital o la construcción de instalaciones productivas. El BCRA estima que a diciembre de 2013 (aún no están los datos definitivos), los préstamos productivos acordados por esta línea habrán alcanzado los $ 55 mil millones, el 54,5% dirigidos a las MiPyMEs, las que, en gran parte gracias a esta operatoria, obtuvieron entre junio y noviembre del año pasado el 40% de los nuevos préstamos otorgados a empresas, relación que sólo llegaba al 27% a mediados de 2012.

También abona este crecimiento la reducción de la exigencia de encajes en pesos en función de la participación del crédito a las empresas de menor tamaño, sobre el total de préstamos al sector privado de cada entidad.

La autoridad monetaria informa además que promoverá una mayor universalización del acceso a los servicios financieros, una creciente competencia en el sector y una mayor protección de los derechos de los usuarios de servicios financieros, así como plantea seguir perfeccionando la normativa prudencial, es decir, el control y mitigación de los riesgos inherentes a la actividad financiera. 

En materia de política monetaria, el denominado M3 privado, que incluye el circulante en poder del público y el total de los depósitos en pesos del sector privado, el año 2013 cerró con una variación cercana al 28% interanual, siendo el principal factor de impulso sobre este agregado el crecimiento de los préstamos. El Banco Central proyecta para 2014 una variación interanual del M3 privado de entre el 26,9 y el 31,2%, lo que permitiría sostener el proceso de monetización en curso. En este contexto, se espera que los préstamos crezcan en torno al 34% interanual durante 2014, un aumento similar al de 2013.

El informe de la autoridad monetaria también estima que "el sendero proyectado de la variación de precios es decreciente respecto al correspondiente al año 2013. Esa disminución está asociada a la confluencia de tres eventos: 1) una política de ingresos que incluye la realización de acuerdos de precios; 2) políticas de crédito destinadas a expandir la oferta de bienes para acompañar el impulso de la demanda; y 3) la caída estimada en los precios internacionales de las materias primas."

PRECIOS CUIDADOS. Esta visión nos introduce al tema del acuerdo de precios que se acaba de implementar y que está siendo monitoreado con intensidad. El tomate es un emblema de los productos estacionales perecederos que, por diversas razones, tienen períodos en los cuales se reduce significativamente su oferta, aumenta velozmente su precio y se convierte en tema principal de la agenda pública. La diferencia es que hoy las discusiones sobre el tomate se originan en la adecuación del sistema de alerta temprana implementado en el acuerdo de precios. A partir del comentario del sector supermercadista, indicando que probablemente podría haber problemas de abastecimiento con el tomate por cuestiones climáticas, el gobierno convocó a representantes de los productores para analizar las condiciones de suministro de la hortaliza, de forma tal de evitar que, por maniobras sobre los precios dentro de una amplia cadena, alguien se apropie indebidamente de esa ganancia especulativa.

Según informaron a las autoridades, los productores esperan un exceso de producción, desestimando el alerta de los supermercadistas, situación que generó una rápida solicitud de los funcionarios para bajar el precio del tomate.

Siguiendo con las variaciones de precios, durante la semana aparecieron todo tipo de cálculos de la inflación del pasado año, y las metáforas se pusieron a la orden del día para vaticinar una inflación desbocada y la ineficacia de los acuerdos de precios, como la utilizada por M&S Consultores: "En noviembre se despertó la carne y se dispararon los servicios" (Infobae, 10/1/14). Otro analista que utiliza las parábolas para sostener las posiciones ortodoxas es Guido Sandleris, de la Universidad Di Tella, quien dijo que "hacer un acuerdo de precios para parar la inflación y no corregir la política monetaria es equivalente a poner comida en la heladera para que se enfríe y dejarla desenchufada, igual se va a pudrir algo" (El Cronista, 8/1/14), aunque la encuesta de expectativas de inflación que dirige tiene clavadas esas expectativas en el 30% desde marzo de 2012.

 

PARA EVITAR LA TRIANGULACIÓN DE EXPORTACIONES. La AFIP decidió aplicar un nuevo régimen de percepción del impuesto a las ganancias del 0,5% de lo facturado, a los exportadores que triangulan para eludir o disminuir el pago de los impuestos. La triangulación se produce en los casos en que "los países de destino físico de la mercadería difieren de los países o jurisdicciones donde se encuentran domiciliados los sujetos del exterior a quienes se le facturaron dichas operaciones de exportación", como lo define la norma.

Resulta interesante abordar las consideraciones de tal decisión, basadas en las prácticas internacionales y en los conceptos de transparencia fiscal, como los sostenidos por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que opina que "constituyen problemas graves de equidad y disciplina tributaria los esquemas de planificación fiscal que provocan pérdidas en la recaudación tributaria, y que algunas empresas realizan transacciones legales desde el punto de vista técnico, pero aprovechando las asimetrías entre normas tributarias nacionales e internacionales".

En este sentido, la resolución de la AFIP aplica una alícuota adicional del 1,5% para las facturas que sean emitidas en domicilios de territorios no cooperantes a los fines de la transparencia fiscal. Se trata de un avance importante en la prevención de prácticas fiscales perniciosas que vulneran el principio de competencia leal y responsabilidad empresarial.

Los temas tratados en esta columna evidencian que la sintonía fina de la gestión estatal requiere un proceso de adaptación y aprendizaje, en especial cuando estos se llevan a cabo en forma conjunta con los sectores de la sociedad, y los procedimientos intentan acotar la rentabilidad indebida en los distintos eslabones de la cadena de valor, la que va desde el productor al consumidor final. -