
Las declaraciones de Peter Lamelas, el futuro embajador de Estados Unidos en la Argentina, ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense, son de altísima gravedad institucional y requieren de una respuesta contundente por parte de la totalidad del sistema político argentino.
Se trata de una inadmisible intromisión extranjera en los asuntos internos de nuestro país. Ninguna nación tiene legitimidad para intentar limitar ni opinar acerca de las negociaciones de la Argentina y las provincias que la componen, como cuando Lamelas plantea “viajar a todas las provincias y tener diálogo, y tener una verdadera asociación con esos gobernadores. No sólo con el presidente Milei, Gerardo Werthein, el ministro de Relaciones Exteriores, Luis Caputo, Santiago Caputo y todos en el gobierno de Milei, sino que mi rol también es salir al interior del país y asegurarnos de eliminar la corrupción y apoyar a Milei y a su gobierno en todos sus esfuerzos para llegar al fondo del atentado a la AMIA”.
En todos los casos, las declaraciones de Lamelas desconocen el más elemental principio de soberanía popular. En las democracias representativas las decisiones las toman quienes han sido elegidos para ello y no fuerzas externas que sólo podrían hacerlo sosteniendo sus decisiones en la coerción. Además, no reconocen la existencia del sistema federal de gobierno y las autonomías provinciales.
Continuando con su intromisión en los asuntos internos del país, el embajador propuesto afirmó refiriéndose a la ex Presidenta Cristina Fernández de Kirchner: “ella está en arresto domiciliario debido a algún favoritismo político que está pasando allí. Obviamente ella no estuvo involucrada en el atentado de la AMIA, pero definitivamente de alguna manera estuvo involucrada en el encubrimiento, y Dios sabe si estuvo involucrada en la muerte del fiscal especial”.
Lo que hoy genera sorpresa por el modo directo con el que se anuncia el quiebre del principio de soberanía puede naturalizarse si no hay un pronunciamiento claro y masivo en contra de este tipo de intervenciones ilegítimas.
Este hecho no es un caso aislado: forma parte de una estrategia global de los EEUU de intervención sobre otros países. El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, se opuso por “arbitraria” y “sin fundamento” a la decisión de Estados Unidos de castigar, prohibiéndoles sus visas, a funcionarios judiciales que participaron del juicio al expresidente Jair Bolsonaro.
Poco antes, el gobierno de Trump anunció la imposición de aranceles de un 50% a los productos brasileños a partir del 1 de agosto, supuestamente en represalia por las decisiones del Poder Judicial brasileño con respecto al ex presidente Bolsonaro.
Junto a nuestro más enérgico repudio, llamamos a todas las fuerzas políticas, sociales, gremiales y culturales a manifestarse en el mismo sentido. Las declaraciones de Lamelas han cruzado todos los límites y es necesario una respuesta terminante y generalizada.
Juan Carlos Junio Carlos Heller
Secretario General PSOL Presidente PSOL