El G20: símbolo de la globalización en clave neoliberal

03/12/2018

El G20 nació a fines de los años noventa –en el marco de un mundo unipolar con una apabullante hegemonía neoliberal– y se reconfiguró en 2008 con la crisis de las hipotecas subprime que expresó un punto de inflexión del capitalismo globalizado bajo la hegemonía de los centros de poder financiero. En aquel momento se fortaleció el G20 como un ámbito de gobernanza mundial para afrontar aquella emergencia que fue la más aguda desde la década del 30 del siglo XX. La solución fue el subsidio a los Bancos y la continuidad de la fracción financiera del capital como timón de la economía planetaria.
Desde entonces no ha cesado de incrementarse la desigualdad y, con ella, la injusticia social, a través de mecanismos legales e ilegales de la especulación financiera, hecho que no resolvió ni mucho menos la crisis multidimensional: ecológica, energética, social, cultural, productiva y de consumo. El G20 está formado por 19 países a los que se agrega la UE como unidad política. Es decir que países como Alemania, Francia e Inglaterra tienen una doble representación, aunque viendo el grado de alteración de dicha unidad en la actualidad esa participación de la UE como unidad es hoy por hoy neutra y lo que juega en realidad es la participación de los países por separado.
La anterior reunión fue en Hamburgo el año pasado en medio de manifestaciones y desórdenes y sin arribar a ningún acuerdo sustancial. Los temas centrales fueron entonces y siguen siendo ahora 1) El principal: proteccionismo versus libre comercio, que en realidad oculta el enfrentamiento entre dos estrategias geopolíticas de China y EEUU; 2) Migración; 3) Cambio climático.
El primer tema es el que concentró la atención en Buenos Aires. Y si bien el documento final hizo mención a migración y cambio climático, no se llegó a acuerdos explícitos sobre estas cuestiones. El asunto pasó más por los avances y retrocesos de EEUU y China en términos mediáticos y políticos concretos. En síntesis, estuvimos frente a uno de los escenarios de poder funcional no estructurado a nivel mundial que parece carecer de relevancia pero que opera como parte del sistema para ir sosteniendo la crisis crónica y de sustentabilidad que tiene el capitalismo globalizado en clave neoliberal.