Argentina y Nuestra América para todas y todos

24/10/2020
EF

Por Eduardo Fernández

Pese al esfuerzo de sectores dominados por el egoísmo que buscan su ganancia propia dividiendo a las mayorías, más temprano que tarde, la realidad termina por imponerse y los pueblos se hacen oír sin intermediarios. El fin de semana pasado dio muestra de ello en Bolivia y en nuestro país.
La gran manifestación popular registrada en el marco del 17 de octubre no pudo ser disimulada por el aparato mediático al servicio de la desestabilización y por sus pantallas se colaron tantos mensajes de apoyo, lealtad y amor que resulta inevitable el contraste con los banderazos promovidos por la oposición, pese a que tanto manifestantes como dirigentes intentaron dejar en claro que la del sábado no era una respuesta a los agravios, sino una demostración de unidad.
El presidente, único orador del acto, brindó un mensaje que mantiene el eje en el necesario llamado a unidad nacional que propone desde el día que asumió.
“Acá no hay odios ni rencores, acá lo que hay es ganas de poner de pie a la Argentina de una vez y para siempre», expresó Alberto Fernández que volvió a definir -retomando una idea del Papa Francisco- que el camino es pararse “primero al lado de los que más necesitan, de lo contrario nuestra sociedad nunca va a ser valiosa, va a ser de injustos”.
En otro pasaje, el presidente hizo nuevamente un llamado a un acuerdo de todos: “El mundo nos exige más que nunca estar unidos. La crisis mundial no ha terminado, pese a los que dicen que el virus no existe. Deténganse un minuto frente a lo que pasa en Europa y dense cuenta lo lejos que estamos de resolver el problema”, aseguró.

Unidad sin revanchas
En la misma línea fueron los mensajes brindados por Evo Morales y el presidente electo Luis Arce, tras la contundente victoria del MAS en Bolivia, que despejó cualquier duda respecto del deseo de la mayoría de las bolivianas y bolivianos de recuperar el camino de desarrollo que hace un año interrumpiera la derecha a fuerza de un golpe de Estado.
«No somos vengativos, no somos revanchistas, los invitamos a trabajar», aseguró Evo Morales apenas comenzaron a conocerse los primeros datos de la elección, a pesar de haber sufrido la destrucción de su casa y ser obligado a abandonar el país mientras su familia y sus seguidores eran hostigados y perseguidos por el gobierno de facto. En el mismo sentido Arce llamó a “construir un gobierno de unidad nacional”.

Por la vía del odio
Del lado opuesto de la convocatoria al diálogo y la unidad, aparecen las expresiones de un sector de la oposición llamando a reemplazar cacerolas por armas, escapando a los debates de ideas, promoviendo el bloqueo del Congreso, agitando el fantasma del golpe de Estado, sembrado desesperanza y odio hacia los que menos tienen.
Cuando el ex presidente Mauricio Macri dice que el “peronismo ha sido cooptado por la irracionalidad” o “secuestrado por Cristina”, ¿qué planes tiene para con la enorme cantidad de argentinos y argentinas que vemos en Alberto y Cristina la esperanza de un país más justo e igualitario?
Esta semana, mientras Abuelas de Plaza de Mayo celebraba sus 43 años con una campaña por el Día Nacional del Derecho a la Identidad, la legisladora de la Provincia de Córdoba, Patricia De Ferrari, vicepresidenta del Comité Central Córdoba de la Unión Cívica Radical, se expresó en twitter preguntando cuánto faltaba para “que aparezcan los falcon verdes para impartir la justicia a la medida ideológica de Grabois y compañía”.
El repudio general fue inmediato y se vio obligada a borrar la publicación, sin embargo, la provocación, profundamente antidemocrática ya había sido lanzada precisamente por una representante de los cordobeses que además es diputada nacional mandato cumplido. ¿Es esta la solución que plantea De Ferrari para dirimir las diferencias políticas?
Nuestro país ya ensayó el camino del odio. Por esa vía no se construye nada. A ese plan ya dijimos Nunca Más.