“Blanqueo”, inflación y salarios

18/05/2025
Milei en atril en IAEF

Tiempo Argentino | Opinión

Por Carlos Heller

Como suele ocurrir en Argentina, en el transcurso de tan sólo una semana surgen varios temas para analizar en el ámbito económico y político.

En su reciente intervención en el Congreso del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF), en el marco del inminente y mal llamado “blanqueo”, el presidente Javier Milei señaló: “nosotros consideramos que aquellos que fugaron la plata no son delincuentes, son héroes”.

¿Puede calificarse como “héroes” a quienes evadieron impuestos, que sería el menor de los delitos dentro de la fuga de capitales, ya que el principal incentivo tiene que ver con ocultar el origen de actividades delictivas como narcotráfico, y otras? Es, como mínimo, una distorsión de la realidad. Más aún teniendo en cuenta que, de no pasar por el Congreso, este “blanqueo” carecería de, por ejemplo, las restricciones que existieron en legislaciones anteriores.

En la ley que se aprobó el año pasado, se incluyó que no podían blanquear quienes hubieran ejercido cargos públicos en los últimos diez años, ni sus cónyuges, padres, hijos o hermanos, entre otras restricciones. Constituyó un avance con relación a lo ocurrido durante la gestión macrista, cuando hasta los diputados del oficialismo votaron para que los funcionarios y familiares no pudieran blanquear, y luego Mauricio Macri vetó la limitación a los familiares. Un flagrante menoscabo a la democracia y a la división de poderes.

Es evidente que la escasez de divisas continúa siendo una fuerte preocupación para el gobierno. Luego de haber efectuado un “blanqueo” de capitales el año pasado (que acaba de terminar) y a posteriori haberse endeudado con el FMI, siguen sin alcanzar los dólares, entonces se intenta crear este nuevo “blanqueo sui generis”.

Precios, salarios y actividad

Los ingresos de los trabajadores continúan registrando caídas reales. Se conocieron los datos de marzo pasado, momento en el cual los salarios registrados sufrieron una pérdida del 1,2% del poder adquisitivo con respecto a febrero, marcando su menor nivel en seis meses. En particular, los salarios registrados privados cayeron en términos reales un 1,5% mensual. En cuanto a los asalariados públicos, presentaron una baja real del 0,4%. Más leve que la de los privados, pero que llega luego de un ajuste muy agudo durante 2024.

La situación salarial está siendo también impactada por el propio gobierno que no homologa paritarias si superan el 1% de aumento. Como ocurrió con el rechazo al 5,4% trimestral acordado entre la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (FAECYS) y la cámara empresaria.

Otro de los datos macro publicados esta semana es el de la Utilización de la Capacidad Instalada de la Industria, el cual indica que en marzo 2025 se ubicó en el 54,4%, con escasa variación a la registrada en igual mes de 2024 (año en el que la actividad industrial experimentó una importante caída). En marzo de 2023, este indicador se ubicaba en el 67,3%. Los sectores que más disminuyeron la utilización de su capacidad son la construcción y la industria automotriz.

El Indec difundió el IPC correspondiente al mes de abril, allí se observa un alza mensual del 2,8%. Este valor implica una desaceleración cercana a un punto frente al dato de marzo, aunque se posiciona por encima de la observada en los cinco meses previos. La inflación núcleo (que no considera precios estacionales ni regulados) marcó un alza del 3,2%, mayor al nivel general, e idéntica a la observada durante el mes de marzo.

También se conocieron los datos del resultado fiscal de abril, nuevamente con superávits. Resulta adecuado analizar los números de todo el cuatrimestre. Los gastos totales crecieron un 1,7%, pero esta evolución estuvo influenciada por la gran caída de los pagos de intereses, que se redujeron un 36% en términos reales entre el primer cuatrimestre de este año e igual período de 2024. Sin duda, ello se debe al impacto de las letras y bonos capitalizables, que no devengan intereses formalmente, sino que directamente van a incrementar la deuda.

En efecto, las letras y bonos capitalizables (Lecap y Boncap) significaban un 3,8% del total de los bonos y letras en pesos (no ajustables) del Tesoro Nacional en el primer cuatrimestre de 2024, (el resto eran bonos que devengaban interés y el mismo se contabilizaba como gasto). En el primer cuatrimestre de 2025, las Lecap y los Boncap llegaban al 92% del total de bonos y letras en pesos (no ajustables).

El gasto primario aumentó un 7,7% interanual en el cuatrimestre. Esta variación, además de compararse con un bajísimo nivel de gasto en 2024, tiene rubros que han aumentado, y otros que han seguido disminuyendo. Si lo contrastamos con igual período de 2023, todos los gastos evidencian caídas importantes, a excepción de la AUH. Llama la atención la caída en los planes sociales (excluida la AUH) de un 43,3%. En el caso de los gastos de capital, se redujeron un 82%, y los subsidios económicos (cuya contrapartida son los aumentos de tarifas) bajaron un 66%. A pesar de que se ajustan por inflación, las jubilaciones y pensiones todavía se encuentran un 12% por debajo de los niveles de 2023, de allí los reclamos y proyectos en Diputados (que han tenido dictamen de comisión esta semana y están listos para ser tratados en sesión) para aumentar los haberes jubilatorios, y además, reinstaurar la moratoria previsional, entre otros temas.

No cabe duda de que el gobierno avanza con su idea de llevar la inflación cerca de cero, con todas las herramientas que tiene a su alcance. A cada paso deja en claro que si hay que contraer aún más el mercado interno y frenar los aumentos salariales, no le temblará el pulso para hacerlo.

Todo ello en el marco de lo que los propios funcionarios de gobierno denominan, con orgullo, “el ajuste más grande de la historia de la humanidad”. Una decisión política que de por sí deprime los principales precios de la economía, y, lo más importante, perjudica a grandes sectores productivos y a la calidad de vida de la mayoría de los argentinos y las argentinas que día a día padecen la pérdida de derechos laborales, previsionales, de salud y educación, entre otros.

Las reiteradas manifestaciones de parte de la ciudadanía por estos derechos, muchas veces reprimidas por las fuerzas de seguridad, son una muestra de la insatisfacción de la población argentina ante las medidas de austeridad impulsadas, e incluso celebradas, por el gobierno de Milei.

Culmino con un comentario sobre el lamentable fallecimiento del expresidente de Uruguay, José “Pepe” Mujica. Una buena oportunidad para recordar algunas frases del mandatario que dejaron una huella que nunca se borrará: “Yo tengo mi buena cantidad de defectos, soy pasional, pero en mi jardín hace décadas que no cultivo el odio, porque aprendí una dura lección que me impuso la vida: que el odio termina estupidizando (…) El odio es ciego como el amor, pero el amor es creador y el odio nos destruye (…) He pasado de todo en la vida. Estar seis meses atado con alambre, con las manos en la espalda (…) Estar dos años sin que me llevaran a bañarme y tener que bañarme con una taza de agua y un pañuelo. He pasado de todo, pero no le tengo odio a nadie”. Comparto especialmente la frase de Mujica destacada por el Partido Solidario: “Lo imposible cuesta un poco más, y derrotados son sólo aquellos que bajan los brazos y se entregan”.

Nota publicada en Tiempo Argentino el 18/05/2025