Cambiar el rumbo

16/12/2018
Cambiar el rumbo

Página/12 | Opinión

Por Carlos Heller

Las proyecciones hacia el futuro, aún las de los analistas más comprometidos con este modelo, no son para nada halagüeñas. No obstante, la mayoría de los grandes empresarios pertenecientes al Foro de Convergencia Empresarial insiste en que hay que evitar el regreso del “populismo”. Y que la mejor forma de lograrlo es intensificar este modelo, para lograr mayor empleo, mayor crecimiento, más desarrollo: un verdadero oxímoron. 

El fuego amigo viene de varios lados: en el caso de Carlos Melconian, quien sostuvo que, exceptuando al “campo”, para el resto de la economía la evolución de la actividad será en L (sin recuperación). A partir de esta evaluación, el economista se preguntó si un gobierno “puede ganar una elección con esta economía”, y se respondió: “Nunca ocurrió”. 

Los riesgos fueron claramente definidos en la reciente conferencia organizada por el Comité Latinoamericano de Asuntos Financieros (Claaf), el Banco Ciudad y la Universidad Di Tella. Para la titular del Claaf, las medidas económicas del gobierno “servirán para estabilizar la economía, pero no están libres de riesgos: debido al deterioro del ambiente internacional y a las elecciones (del próximo año), la mejora en las condiciones financieras y el descenso en la prima de riesgo será muy gradual, y la incertidumbre podría recrudecer hacia mediados de 2019”.

Ante tal pronóstico, es lógico que los cañones se apunten a todos los males que generaría la vuelta del “populismo”. Algunos llegaron a hablar de la necesidad de generar antídotos que eviten tal posibilidad. El problema es que esos antídotos consisten en la mejora en el empleo, más actividad económica, mayor bienestar, todas condiciones que la profundización del actual modelo no podrá lograr. 

Entonces, la posverdad es uno de los instrumentos más usados: ante los más de 750 puntos del riesgo país en estos días, se aduce que la razón se encuentra en el “riesgo” de que Cristina Fernández gane las elecciones. Pero acaso, ¿se olvidan que cuando Cristina dejó el gobierno el riesgo país rondaba los 500 puntos? ¿Cuál es la explicación? Las condiciones objetivas del país son hoy peores que en la finalización del mandato de la ex presidenta. Como no se quiere reconocer tal cuestión, se la utiliza políticamente para adjudicarla al riesgo del “populismo”. 

La cuestión esencial es que, si bien muchos comentan que está fracasando, el gobierno de Mauricio Macri está cumpliendo con sus principales objetivos. Como lo reconocen sus propios funcionarios, se hizo en dos etapas: una, en la que ellos llamaron gradualismo, intentando que el ajuste duela menos; y la otra, en la que entraron en la fase de shock, y que muy bien aprovecharon para comprometer nuevamente al país con el FMI, y utilizarlo además para validar el modelo del propio gobierno.

Un plan que difícilmente pueda cumplirse tal como está planeado. Porque en una economía bajo ajuste fiscal sucede como en Alicia en el País de las Maravillas: cada vez hay que correr más rápido para mantenerse en el mismo lugar. La reducción del gasto impacta negativamente en la actividad económica, y de esa forma se reducen los ingresos fiscales, situación que lleva a achicar aún más el gasto, en especial cuando se propone un déficit fiscal primario nulo. De hecho, ya se está viviendo tal situación: los ingresos fiscales de noviembre cayeron un 10 por ciento en términos reales. Menos ingresos con el objetivo de déficit nulo, exigen mayor recorte del gasto. Y el impacto negativo sobre la actividad económica será, probablemente, mucho más fuerte que el esperado.

¿Cuál es el balance de estos tres años de gobierno macrista? Muy negativo. Pero el verdadero balance es que hay que cambiar el rumbo. Este gobierno está logrando, con mayor o menor efectividad, lo que se propuso, y esto es lo único que puede ofrecer. 

Lo ratificó Macri cuando dijo: “como nunca antes en mi vida estoy cada vez más seguro, convencido, que es por acá, que no hay otro camino”. Si se reflexiona objetivamente, el país no podía tener otro destino que éste, en manos de la Coalición Cambiemos. Con el actual modelo, ni Argentina ni nosotros, sus habitantes, tenemos futuro.

 

Nota publicada en Página/12 el 16/12/2018