CARLOS HELLER: “FINANCIAR A LAS PYMES ES ASEGURAR SU DESARROLLO”

31/01/2011

Revista COMUNICAR PYME - Numero 10 / Diciembre 2010

Por Sebastián Puechagut

Informe Especial – Nuevo Proyecto de Ley de Servicios Financieros

La inversión – ese problema que afrontan todas las empresas – se encuentra íntimamente relacionada a la capacidad de conseguir financiamiento. No resulta fácil para las Pymes, atrapadas entre una política tributaria regresiva y los condicionamientos de las grandes corporaciones. Es una situación que lleva décadas, y cambiarla exige respuestas firmes y creativas. Es un largo encuentro con Carlos Heller, examinamos su proyecto de ley para regular los servicios financieros y analizamos la particular coyuntura política nacional en un año previo a elecciones presidenciales. Como complemento, publicamos la opinión de referentes pyme de Córdoba.

Se toma su tiempo para explicar cada pregunta. Carlos Heller sabe que reformar las anquilosadas estructuras bancarias y financieras no es una tarea sencilla. Necesitará apoyos y adeptos. Donde vaya, precisará explicar su proyecto con meridiana claridad. Debe promoverlo y darle fuerza. Pocas posibilidades tendrá su propuesta si no logra despegarla de la mera disputa política y posicionarla como una alternativa real y viable.

No será fácil.

La conferencia de prensa que brindó el pasado 14 de octubre aquí en Córdoba, en una sala del hotel Windsor, convocó a numerosos periodistas de medios especializados y de los otros. Era previsible, la concurrencia superó el ámbito de los debates económicos porque la regulación de la actividad financiera ha tomado otra relevancia, incorporándose como necesidad en la vida cotidiana de los ciudadanos.

Heller se presenta con la seguridad que le brinda su larga trayectoria, esa que lo llevó a la arena política luego de décadas de destacarse en el movimiento cooperativo y dirigir una de las entidades más importantes de la banca privada argentina: el banco Credicoop.

Hoy es diputado nacional por el Partido Solidario, integrante de la coalición Nuevo Encuentro. Su experiencia se traduce en respuestas didácticas, que despliegan una amplitud de conceptos y precisan cada detalle. Se detiene especialmente en una distinción que resulta medular para comprender los alcances de la nueva regulación: "Es un proyecto de ley de 'servicios financieros', no de 'entidades'. Porque la ley vigente, además de provenir de la dictadura, está inspirada en el 'Consenso de Washington', muy permisiva con la actividad de los bancos, absolutamente desregulada. Dispone que los bancos podrán hacer cualquier cosa, menos aquello que esté expresamente prohibido. Nosotros partimos de conceptos diametralmente opuestos". La diferencia no es menor, el proyecto establece ya desde su nombre mismo que la actividad financiera es un servicio público, un derecho adquirido. Al decir de Heller: "Si aceptamos que es un derecho, vemos una serie de cuestiones relacionadas al acceso a este derecho por parte de los consumidores del servicio. Entonces, los bancos sólo podrán hacer aquellas operaciones para las que están expresamente autorizados. Dentro de esa concepción hay fuertes medidas destinadas a orientar el crédito hacia el sector de la micro, pequeña y mediana empresa, y hacia el sector de crédito hipotecario para vivienda familiar. Hoy la norma no tiene ninguna regulación, deja en manos de los bancos la orientación de su cartera de crédito. Por eso, con este proyecto avanzamos hacia un sistema que se orienta al financiamiento".

Financiar el crecimiento

Las pymes ocupan a más del 70% de los asalariados y producen casi la mitad del valor agregado que se genera en el país, pero su acceso al crédito no está en consonancia con este volumen de participación. El sistema financiero, tal como funciona hoy, no prioriza su influencia en la actividad económica y en la generación de empleo. Según Heller, su proyecto "tiene que ver con asegurar caminos de financiamiento. Limita las tasas de interés: nadie puede cobrar más que un determinado porcentaje por encima del promedio. Se apunta defender a los más débiles, a los que no tienen capacidad de negociación propia con el sistema. Se crea una figura nueva: la 'defensoría del consumidor de derechos financieros'. También regula el tamaño de los bancos: ningún banco privado puede tener más del 10 por ciento de la cuota de mercado. Además, se normaliza la participación de los bancos extranjeros. Habrá normas precisas sobre publicidad, para que no vuelva a pasar lo de 2001, cuando la gente creía que tenía sus depósitos en un banco internacional y después se dio cuenta de que estaban en una filial cuya responsabilidad no estaba ligada al respaldo global que esa entidad tenía".

Comunicar Pyme: En los últimos años el total de crédito otorgado al sector no financiero constituye alrededor del 12 por ciento del PBI. Considerando que es la cifra más baja de América -el promedio de América Latina es 35 por ciento- ¿De qué modo su proyecto busca revertir esta situación?

Carlos Heller: El 45 por ciento de la cartera, destinado al sector privado, tendrá que dirigirse al sector de las micro, pequeñas y medianas empresas. Hay un 2 por ciento para micro emprendimientos y otro 43 por ciento que podrá ser distribuido en créditos hipotecarios para las viviendas o en créditos para pymes. Cerca de la mitad de la capacidad de financiamiento de cada banco estará orientada a ese sector. Hubo algunos debates, por ejemplo el banco Ciudad de Buenos Aires tiene un fuerte perfil hacia el crédito hipotecario. Para ese banco sería complicado cambiar su orientación, entonces nos pareció sensata su observación y cambiamos la norma para que el banco pueda elegir entre el crédito hipotecario y las pymes, siempre dentro de ese 45 por ciento. Pero hay que tener en cuenta que el volumen del sistema financiero es chico por las crisis que la Argentina ha tenido. También los depósitos, en términos de PBI (comparado con otros países), son chicos. El Banco de Desarrollo de Brasil es más grande que todo el sistema financiero argentino:.. Por eso hay que bancarizar. En 4 de cada 10 hogares argentinos no hay ningún miembro que tenga servicio bancario. Es un número muy alto, hay mucha gente fuera del sistema. En el 69 por ciento de las localidades no hay servicios financieros. Parece asombroso, pero es real.

CP: ¿Cómo se resuelve eso? ¿Las cooperativas del interior podrán ser prestatarias del servicio financiero?

CH: Primero, nuestro proyecto crea un fondo compensador donde las entidades aportan según su tamaño y que, administrado por el Banco Central, asistirá a las entidades que tengan vocación de instalarse en localidades de menor desarrollo. En segundo lugar, se habilitará ampliamente la posibilidad de crear cajas de crédito yeso que genéricamente denominamos 'extensiones de mostrador'. Se podrán celebrar convenios con entidades de servicios públicos, como las cooperativas de servicios públicos, para poder utilizar las mismas estructuras y prestar servicios bancarios en las localidades. Creemos que así se va a ampliar sustancialmente la cobertura, pero las leyes son puntos de partida y marcos de referencia. No creemos en milagros, sino en un proceso que con el tiempo revertirá la situación.

El proyecto, la ley, la política

Si bien el tono de la charla es calmo, por momentos el clima se tensiona. Hay preguntas que no caen del todo bien. Se sabe que el proyecto generará polémica y el semblante de Carlos Heller se torna severo. Pero su costado político reaparece, y rápidamente distiende la situación con reflexiones cargadas de ironía.

CP: ¿Qué sectores cree que se opondrán al proyecto?

CH: En estos días leí que en Wall Street se estaba cuestionando al presidente de Estados Unidos por la reforma que había introducido en el sistema financiero, y que incluso estaban orientando sus aportes de campaña al partido opositor, porque estaban profundamente disgustados con la política del gobierno estadounidense. Habría que decir que no hizo más que intentar una muy pequeña regulación luego de poner 750.000 millones de dólares para salvar el sistema financiero. No tengo dudas de que aquí habrá un lobby importante de las entidades financieras. Tratarán de influir en diputados y senadores para que este proyecto no avance. No digo que lo hagan de mala manera, pero sabemos que ya le han pedido reuniones a muchos bloques y demás, para explicarles los 'dramas' que se van a crear en Argentina si este proyecto se aprueba. Tengo por ahí un informe de una consultora internacional famosa, que hace un análisis de la situación de Argentina y describe cómo estamos. Tiene una página que dice 'riesgos', y pone tres: el primero tiene que ver con el desfinanciamiento, el segundo es la inflación y el tercero es el 'proyecto de Heller' . . . Así que mirá si habrá lobby.

CP: ¿Cuál es la posición de los órganos gremiales que agrupan a las grandes empresas e industrias?

CH: La Asociación Empresaria Argentina (AEA) se posicionó en contra. Ellos hacen una defensa del libre mercado a rajatabla, y cuestionaron el concepto de servicio público. Agrupa a las corporaciones, incluso algunos grandes medios de comunicación, y tiene un poder de lobby muy grande. Sin embargo, en la propuesta que dejó la Unión Industrial Argentina (UIA) hay muchísimas coincidencias con nuestro proyecto en temas como la orientación del crédito, la necesidad de regulación de la tasa y una mejor cobertura de tasa. Y la Cámara de Comercio está en el medio de esas dos, se podría decir.

CP: ¿Qué apoyo tiene este proyecto por parte del gobierno nacional?

CH: No queremos que este proyecto quede cautivo de la confrontación entre oficialismo y oposición. Pretendemos que se instale como debate en la sociedad y que los diputados y senadores lo traten como han tratado otros proyectos. Yo creo que el oficialismo no puede dejar de apoyado, pero nosotros no nos hemos sentado a negociar ese apoyo. Pensamos lo mismo de otros bloques. Por la tradición de los socialistas, de Proyecto Sur, de muchos radicales, pensamos que no podrían estar en contra. Por eso hemos tratado de que no quede atrapado en esta cosa antinómica.

CP: Teniendo en cuenta que los otros proyectos son del GEN (liderado por Margarita Stolbizer) y del PRO (de Mauricio Macri), ¿es posible evitar la confrontación?

CH: Del PRO yo no espero apoyo, porque hay una diferencia ideológica importante. Sin embargo, puedo decir que el proyecto del PRO, que se presentó bastante después que el nuestro, es sólo un intento de no quedarse afuera del debate. En su proyecto dicen que la entidad financiera debe ser considerada de interés público, cosa que viniendo del PRO me parece absolutamente improbable si no estuviera antes el nuestro, que habla de lo mismo. Van por el 'mal menor'.

El modelo, los modales

El proyecto económico del gobierno nacional no pasa desapercibido en ningún ámbito político. Ha ido tomando forma de manera paulatina y por momentos caótica hasta marcar la agenda, obligando a todos los actores a posicionarse. Heller no fue la excepción: "Hemos sido permanentes críticos del otro modelo, que se empezó a instaurar con la dictadura. En el discurso de Martínez de Hoz, de12 de abril de 1976, se ve cuáles eran los objetivos económicos y se entiende por qué hubo que llevar adelante un genocidio para crear las condiciones de aplicación de ese modelo económico, algo que recién pudieron concretar en plenitud en la década del 90... Nosotros hemos defendido permanentemente el rol del Estado en la economía, y coincidimos con un proceso en el cual se intenta recomponer ese rol: con las AFJP, con Aerolíneas Argentinas, con la Fábrica Militar de Aviones, con políticas de distribución como la asignación universal por hijo o la incorporación al sistema Previsional de millones de personas que habían quedado afuera. Tenemos una amplia coincidencia con el enfoque de política internacional que tiene el gobierno argentino, con la integración regional. Creemos que es el camino a transitar, y estamos de acuerdo con sostener la independencia frente a organismos financieros internacionales, orientando hacia el mercado interno buena parte de la actividad económica sin por eso desatender el sector externo. Pero tratamos de expresar esas coincidencias desde un lugar propio, autónomo, y por eso estamos trabajando en la construcción de nuestro espacio y de nuestra fuerza".

CP: ¿Qué desaciertos puede indicar de este gobierno nacional?

CH: En cada uno de esos temas hay asignaturas pendientes. Se ha avanzado d en la distribución del ingreso, pero falta c mucho por recorrer. Si hablamos de generación de puestos de trabajo, pasa lo n mismo. Además, hay una gran materia A no abordada: una reforma impositiva profunda que imponga gravámenes a la renta financiera, a la renta sobre los recursos naturales. Hay mucho para hacer, el gobierno está en déficit y no ha avanzado todo lo que nosotros creemos que debería sobre esos temas.

CP: ¿Qué posición va a tomar el Partido Solidario con vistas a las elecciones de 2011?

CH: Falta mucho, y ya di un posicionamiento general... Tenemos vocación de apoyar los lineamientos generales, pero no me siento en condiciones de expresar eso en términos de alianzas o candidaturas. Por ahora estamos en la etapa de construir nuestro espacio. El Partido Solidario tiene ya 5 distritos donde ha conseguido personería, y varias provincias donde estamos en formación. Conjuntamente con eso, estamos construyendo una alianza que llamamos Nuevo Encuentro que a nivel regional se reproduce con matices, bajo la idea de autonomías amplias consensuadas.

CP: Esos espacios participaron de lo que se ha llamado la transversalidad, una experiencia que no pudo consolidarse. ¿Es posible escapar a los alineamientos en escenarios de tanta confrontación como el que vivimos?

CH: Tiene que ver con las tensiones de la realidad política, y hay que asumidas como tal, no se pueden resolver de otra manera. Creo que la Argentina requiere, necesita y tiene un espacio vacío en la construcción de una fuerza que tome lo mejor de las tradiciones políticas históricas, radicales, peronistas, etcétera; pero que no responda a las estructuras tradicionales de esos partidos, sino que pueda confluir junto a otras vertientes en la conformación de un nuevo espacio plural. Estamos convencidos de que es el camino, así que vamos a trabajar para eso. Ahora, si se logra o no, lo dice la vida.