Expectativas de la clase media

11/08/2019
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Minuto Uno | Opinión Por Juan Carlos

 

Como resulta inevitable, mucho se habla en estos días de transición política respecto a las medidas que el nuevo gobierno adoptará para poner en marcha la economía, cómo se afrontará el problema de la deuda externa, la inflación, etc. En un tema crucial y urgente como el del hambre, ya se conocieron algunos lineamientos muy valiosos del programa en ciernes. Hay expectativas también acerca de las respuestas del nuevo gobierno hacia la clase media. Se trata de un sector de suma importancia para el país debido a su rol productivo por sus niveles de consumo, en tanto las pymes son las principales generadoras de trabajo en la Argentina.

Como otros núcleos sociales, los sectores medios vienen de padecer años muy difíciles. Algunos confiaron en el gobierno de Mauricio Macri y han sido decepcionados. En el aspecto político también cumplen un rol importante por su influencia en el conjunto de la sociedad. La historia refleja momentos donde las capas medias fueron protagonistas, ocupando un lugar democrático y progresista, mientras que en otras circunstancias fueron pasivas o acompañaron proyectos que atentaron contra su propia existencia. Ese sujeto social y cultural viene de ser muy golpeado en la argentina macrista.

Según el organismo de estadísticas de la Ciudad de Buenos Aires, una familia tipo para no ser pobre debe sumar 35.000 pesos al mes. Además, la Ciudad calcula una nueva categoría que denomina en "situación de vulnerabilidad". El monto en septiembre se fue a $54.338,79 para seguir siendo de clase media.

Si hay algo que ha definido a este núcleo social es el nivel de instrucción. O sea, la educación de sus hijos. Ante el impulso del macrismo hacia la privatización de la enseñanza y las restricciones de las vacantes por la falta de construcción de nuevas escuelas públicas, muchas familias hacen un esfuerzo para mandar a los hijos a escuelas privadas. A partir de noviembre se puso en marcha el aumento del 19% en los colegios privados de CABA que cuentan con subvención estatal, esto es cerca del 65% de las instituciones educativas, lo cual generó un éxodo hacia la escuela pública gratuita. Según la ONG Defendamos Buenos Aires en lo que va de 2019 más de 250.000 estudiantes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Gran Buenos Aires emigraron de los colegios privados.

La vida cultural y el esparcimiento también expresan la retracción de la calidad de vida de la clase media argentina. En los primeros seis meses del año, el teatro marcó el triste récord de contabilizar la venta más baja de entradas de los últimos cinco años. Por su parte, el consumo en centros de compras, shoppings y galerías comerciales, donde no se adquieren alimentos sino prendas de vestir o electrodomésticos, viene en picada. En agosto las ventas a precios constantes cayeron 14,6% respecto al mes anterior.

El rubro Vivienda -que no aparece contemplado en las estadísticas de ingresos ni de consumos a pesar de ser el mayor peso en los presupuestos familiares- también es testigo silencioso de la precarización de los sectores medios. Según un informe de Proyecto Ciudad, en la última década la población que vive en inmuebles alquilados en la Ciudad aumentó un 30%. La falta de regulación de los alquileres está llevando a las familias a mudarse a departamentos más pequeños, o a otros barrios más alejados, incluso a otras ciudades.

Una parte importante de la clase media no utiliza el hospital público, optando por la medicina prepaga. El gobierno habilitó siete aumentos en lo que va del año. En diciembre ya habrá que afrontar una cuota 12% más cara que el mes anterior, totalizando un incremento del 60% anual. La lógica ha sido beneficiar a las empresas prestadoras en detrimento del poder adquisitivo de los afiliados. También hay un claro deterioro del servicio, debiendo esperar turnos, colas, y trámites que cada vez cubren menos tratamientos y medicamentos.

El mantenimiento de un automóvil también se ha vuelto un lujo en la familia argentina. Este mes terminó el congelamiento de precios del 20% de las naftas, y ya han empezado a subir. A eso cabe sumar los costos de patente, seguro, cochera, peajes, y la desproporción del aumento de los cero kilómetro respecto a los salarios. Como si fuera poco, la Ciudad se despacha todos los años con la recaudación de la VTV.

La suba de las cuotas de los clubes, actividades artísticas y recreativas van provocando su abandono, eliminando la posibilidad realización íntegra de las personas. La producción editorial y consumo de libros -elemento de gran tradición y distintivo de la clase media argentina- también muestra severos signos de retroceso. Según la Cámara Argentina del Libro, la producción cayó un 46% respecto a 2016, el año en que comenzó el gobierno de Cambiemos.

Como consecuencia del pronunciamiento popular se inicia una nueva etapa que se propone superar al neoliberalismo empobrecedor, lo cual posibilitará que la clase media vuelva a encauzar su perspectiva de ascenso social y aporte en un sentido democrático junto al conjunto de los trabajadores.

 

Nota publicada en Minuto Uno el 08/11/2019