Hacia la profundización del proceso de transformación nacional

02/12/2011

Argentina vive un presente de intensos cambios económicos y sociales, promovidos por la afirmación de un proyecto político nacional, popular y democrático.

Nuevo Encuentro

Argentina vive un presente de intensos cambios económicos y sociales, promovidos por la afirmación de un proyecto político nacional, popular y democrático. Un proyecto surgido tras una de las crisis más graves que sufriera nuestro país, inaugurado y desarrollado a partir de 2003 gracias a la audacia, la inteligencia y la potencia militante del ex presidente Néstor Kirchner, y continuado desde 2007 a partir de la gestión de Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Esta etapa de transformaciones especialmente orientadas a quienes fueron por décadas marginados, excluidos e ignorados por el poder político y económico, acaba de ser ratificada en las urnas con un aval popular inédito e histórico, que reafirma la necesidad de continuar por este camino para seguir construyendo una sociedad de derechos para todos y para todas.

Los pasos dados en esta etapa son numerosos y diversos. Baste enumerar algunos de los más significativos: la renovación transparente de una institución central para la vida democrática como es la Corte Suprema de Justicia de la Nación, a la que llegaron profesionales de extensa y reconocida trayectoria en el campo jurídico y académico; la anulación de las leyes de Obediencia debida y punto final que posibilitaron el desmantelamiento de la red de impunidad que impedía el juzgamiento y castigo a torturadores, secuestradores, apropiadores, asesinos y cómplices de la dictadura militar; la recuperación de la soberanía de la política económica nacional, mediante el desendeudamiento respecto a los organismos financieros internacionales; la sanción de la ley de matrimonio igualitario; el aporte sustancial a la construcción de un bloque regional sólido e integrado, que permitió no sólo el rechazo a la propuesta de recolonización a través del ALCA, sino también la solución efectiva de graves conflictos entre naciones del sur de América y El Caribe; el crecimiento sostenido a partir de un desarrollo productivo y de redistribución de ingresos de espaldas a las habituales recetas ortodoxas de reducción del gasto y enfriamiento de la economía; la democratización de la palabra mediante la sanción de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que es un ejemplo en todo el mundo; la creación de un instrumento público central en la política de redistribución de la riqueza como es la Asignación Universal por Hijo/a y Mujer Embarazada, que equipara derechos y permite superar los umbrales de indigencia y pobreza a millones de familias; la recuperación del empleo genuino, con la creación de más de 5 millones de fuentes de trabajo, y la habilitación de institutos democráticos para la actualización de ingresos como es el Consejo del Salario y las discusiones paritarias; la reconstrucción del sistema estatal de jubilaciones y pensiones, que puso punto final a la especulación financiera de las AFJPs y que permitió ampliar la cobertura a la casi totalidad del universo previsional, con un mecanismo de actualización semestral de haberes que garantiza aumentos automáticos por encima de la inflación; la estatización de Aerolíneas Argentinas, que significó la recuperación de nuestra línea de bandera. Estos logros, entre muchos otros, son el principal motivo por el cual el proyecto nacional y popular encabezado por Cristina Kirchner ha conseguido un enorme apoyo del pueblo argentino, a pesar de los pronósticos y los deseos de los sectores del establishment económico y político.

El tiempo que se inicia tras el triunfo contundente del proyecto nacional y popular no estará exento de tensiones entre quienes quieren restaurar una Argentina cada vez más desigual, como la que precedió esta etapa, y las amplias mayorías nacionales que deseamos sostener y profundizar la construcción de una Patria más justa, equitativa y solidaria.

El Nuevo Encuentro, como espacio donde confluyen diversas identidades políticas comprometidas con el rumbo y las medidas tomadas a partir del 2003 en beneficio de las mayorías populares, sostiene este compromiso en la defensa de lo hecho y en la necesidad de profundizar este proceso de transformación en la nueva etapa que se abre tras el triunfo de la presidenta.

En el contexto de crisis internacional que seguramente afectará en mayor o menor medida a nuestra región, entendemos que la profundización es requisito principal para mantener el rumbo trazado por Néstor y Cristina Kirchner, frustrando las intenciones de las derechas que en el continente y en nuestro país buscan restaurar las políticas neoliberales de los ‘90.

En línea con numerosas medidas adoptadas por el Gobierno, es fundamental seguir recorriendo este camino para consolidar acciones y políticas públicas en torno a la integración latinoamericana, la distribución de la riqueza y la reforma impositiva, la recuperación del patrimonio nacional, la transformación del sistema financiero en servicio público y el desarrollo rural sustentable, entre otras.

Como parte del espacio kirchnerista en construcción, Nuevo Encuentro y cada de uno de sus bloques legislativos nacionales, provinciales y municipales, trabaja y trabajará aportando su fuerza militante, su compromiso social, su experiencia de Gobierno y su desarrollo territorial para que este presente avance.

Una parte importante de ese aporte fueron los casi 700.000 votos de Nuevo Encuentro a favor de la reelección de Cristina Kirchner; una cantidad que se hace aún mayor con la alegría y la voluntad transformadora de una militancia que sale a la calle y que pone el cuerpo junto a muchos y muchas de diversas fuerzas políticas y sociales, que también quieren una Argentina en la que nadie quede a la intemperie.

Tenemos el desafío de construir, junto a la mayoría de las mujeres y hombres de nuestro pueblo, el movimiento político y social capaz de enfrentar a quienes, desde intereses y visiones conservadoras, pretenderán retroceder hacia las viejas y fracasadas políticas del neoliberalismo. Se trata entonces, como en otros momentos trascendentales de nuestra historia, de juntar los hombros y las manos para hacer más grande, más amplio y más intenso este presente transformador que lidera Cristina, avanzando hacia un destino de más Patria, Libertad e Igualdad.

Mesa Nacional de Nuevo Encuentro, 28 de noviembre de 2011