La segmentación de los subsidios es una buena medida

23/11/2011

Artículo publicado por: Carlos Heller

Es notable cómo se cruzan los posicionamientos respecto a los subsidios. Durante la campaña electoral me cansé de escuchar el reclamo opositor para que se termine con los subsidios, y hoy son esas mismas personas las que se rasgan las vestiduras hablando de los aumentos que van a sufrir las familias afectadas por la quita del subsidio.

De hecho, justamente me preguntaban el otro día si a la quita de subsidios se la podía denominar “ajuste”. Yo creo que no se trata de una mala palabra, el asunto es a quién se ajusta. Históricamente, el ajuste está vinculado a quitarle a los que menos tienen, a aquellos que ya vienen ajustados.

En cambio, lo que el gobierno está haciendo puede resumirse en 3 ideas que son centrales. Primero, que se le ha quitado los subsidios a las grandes empresas de sectores de altísima renta; una clara medida de redistribución del ingreso. Segundo, se ha excluido a las PYMES; reconociendo así el aporte a la generación de empleo y su menor capacidad contributiva. Tercero y respecto a los usuarios domiciliarios, se iniciará una disminución de subsidios a sectores identificados como de alta renta, como los habitantes de Puerto Madero, de los Countries o los de Barrio Parque. Además, respecto del resto de los ciudadanos, se establecerá un mecanismo en la que cada familia podrá renunciar al subsidio o de pedir que se lo dejen según su capacidad para enfrentar el pago pleno de las tarifas.

De igual manera pasará con las tarifas del transporte público. Si bien es algo que debería haberse hecho hace mucho tiempo, también es cierto que recién hoy tenemos las condiciones tecnológicas de otorgar el subsidio a las personas a través de la tarjeta SUBE. De esta manera se podrá diferenciar también tarifas de acuerdo a la capacidad contributiva del pasajero.

Estoy convencido que se están realizado correcciones imprescindibles de medidas que en algún momento se tomaron de forma masiva porque era imposible hacerlo de otra manera, y que recién ahora estamos en condiciones de segmentar.

Personalmente creo que son medidas concretas que van a liberar una cantidad de recursos fiscales importantes; y sumado a que la Argentina en el presupuesto no venía proyectando déficit fiscal sino superávit, estimo que estos recursos podrán volcarse a políticas de distribución, mejorando las asignaciones universales, o mejorando los servicios públicos que se brindan a través de los servicios estatales.