Los intereses de todos

27/03/2021
El Gobierno nacional sigue apostando a la construcción de un proyecto colectivo que apuntale la producción y el trabajo. Por eso avanza en un diálogo multisectorial en el tema Biocombustibles. Algunos sectores de la oposición plantean que defienden intereses colectivos, pero sólo intentan legislar para el poder concentrado
EF

Por Eduardo Fernández

 

El pasado jueves, parte de la oposición en un intento desesperado por sacar algún tributo partidario, convocó a una sesión en Diputados, que no logró quórum, para tratar la prórroga de la Ley de Biocombustibles, una normativa que impulsó Néstor Kirchner en 2006 y que desde el Frente de Todos estamos estudiando para perfeccionarla.

Más allá de que aún no se ha descartado prorrogarla, es importante transmitir que nadie se quedará sin ley y que es la intención de este Gobierno seguir promocionando esta importante normativa, más allá de que estemos estudiando el marco con el que lo haremos.

Dicho esto, hay que descartar el intento de muchos de los sectores de la oposición y algunos medios hegemónicos que buscan instalar la incertidumbre. No hay dudas sobre el camino que eligió nuestro espacio político, y por eso estamos dialogando con los sectores industriales, del agro y trabajadores vinculados al sector, para lograr una síntesis más clara, como lo hemos hecho con todos los proyectos vinculados a la producción.

Entonces, sólo podemos entender que con actitudes como las de impulsar una sesión en la que ni siquiera lograron contar con la presencia de la totalidad de los diputados de sus propios interbloques, la oposición sólo busca entorpecer ese proceso de diálogo que estamos teniendo con todos los sectores involucrados.

En este camino para llegar al mejor marco normativo, tenemos la certidumbre de que nuestro proyecto político tiene un compromiso prioritario con el trabajo y la producción, y eso no va a cambiar. Tampoco se modificará el compromiso con poner a la Argentina de pie, de una manera que alcance a todas y todos, y no se profundice la concentración como ocurrió con el macrismo.

De a poco podemos observar una recuperación de la economía y el empleo, que tiene una clara orientación que es la del crecimiento con inclusión. La apuesta a la industria es uno de los caminos. Es prioritario dejar las mezquindades y comprometernos todos los espacios políticos a reducir de manera urgente la pobreza y el hambre.

La defensa de Córdoba

Cuando en algunos medios de tirada provincial de grupos hegemónicos, leemos a periodistas que destacan a los diputados de Córdoba que se “plantan” contra el supuesto enemigo que es el Gobierno nacional, en “defensa de los intereses de la Provincia”, se desnuda el reversionado (en un sinfín de oportunidades) discurso del cordobesismo. Esta idea plantea que Córdoba avanza por sí sola y de manera aislada al resto del país.

Es fundamental destacar que los intereses de la provincia, antojadiza expresión por caso, también se deberían haber defendido cuando el Gobierno de Juan Schiaretti renegoció la deuda que sigue creciendo y comprometiendo el futuro de las y los cordobeses; o cuando en proyectos de obras públicas se avasalla el derecho a un ambiente sano y se trazan autovías que avanzan contra el poco monte nativo que nos dejaron; o cuando cada año vemos cómo pierde partidas la promoción de la industria en el Presupuesto provincial, para ceder a favor de los agronegocios.

La defensa de los intereses de Córdoba no se proclama, se ejerce. Este Gobierno nacional ha invertido recursos en nuestra provincia como hace muchas gestiones no lo hacen. En cada recorrido que hacemos junto a intendentes e intendentas hacemos el mismo análisis. Resulta poco creíble que algunos sigan vendiendo que los intereses de Córdoba son los intereses de unos pocos.

Mi compromiso, y el de muchísima gente con la que venimos transitando este camino, es el de construir una opción que realmente defienda los intereses de la provincia, pero los de las mayorías, porque no vamos a lograr poner a Córdoba de pie si quedan cordobeses afuera.