Paralizar la Argentina

08/10/2021
Diputados de Juntos por el Cambio escondidos fuera del recinto de la Cámara de Diputados

Por Eduardo Fernández | Diputado Nacional por Córdoba | Frente de Todos 

Presidente del Partido Solidario Córdoba

La parálisis institucional a la que nos quiere llevar la oposición, intenta frenar iniciativas que promueven derechos. Sin dejar de dar el debate interno, tenemos que redoblar esfuerzos para fortalecer al único proyecto posible que le podrá devolver la dignidad a la población

 En la última semana, gran parte de la oposición encabezada por Juntos por el Cambio, y en la que se encolumnó Hacemos por Córdoba, decidió boicotear la sesión ordinaria convocada para el 5 de octubre en la Cámara de Diputados de la Nación, no dando el quórum e impidiendo el desarrollo de la jornada donde se iba a tratar la Ley de Etiquetado Frontal, entre otras iniciativas. 

La carrera antikirchnerista de algunos espacios políticos terminó transformándose en una carrera antiderechos, que afecta a la ciudadanía. El proyecto que no quisieron tratar, que propone la toma de medidas para cuidar la salud de millones de argentinas y argentinos, básicamente busca brindar información sobre la alimentación y concientizar sobre su consumo. 

La actitud de estos dirigentes opositores, que menosprecian la vida de millones de personas, no es sorpresiva, ya que no es la primera vez que Juntos por el Cambio pone como prioridad los intereses de las grandes corporaciones que lucran con la salud de la ciudadanía. Tampoco es la primera vez que accionan contra la vida con algún fin especulativo. 

Sumada a esta actitud irresponsable, es grave el accionar que vienen llevando adelante dentro del Congreso donde, en el afán de poner condicionamientos a nuestra gestión a partir de disputas con argumentos ilegítimos, terminan incurriendo en la promoción de una parálisis institucional. 

Palos en la rueda

Más allá del rol que debe jugar cualquier oposición, las instituciones del Estado deben seguir funcionando indiscutiblemente. No es la primera vez que hay una contradicción discursiva en Juntos por el Cambio, que por un lado dice “defender a la República”, pero que, en los hechos junto a sus aliados del poder económico concentrado, atenta contra la división e independencia de los poderes. 

Desde el inicio de la pandemia, la oposición y sus aliados tomaron la decisión de aprovechar el contexto para avanzar firmemente contra los derechos de la población, en pos de garantizar que los privilegios de los sectores acomodados no se pongan en juego. Por eso no sorprende el accionar irresponsable del macrismo. 

Nuestra coalición y nuestra sociedad se enfrentan a este escenario, no sólo en las elecciones legislativas del 14 de noviembre, sino en los próximos dos años, donde habrá muchos más embates de una dirigencia política que no sólo va por el control del Poder Legislativo para condicionar al Ejecutivo, sino que insiste a través de operaciones en el ámbito judicial. 

Por eso tenemos que redoblar esfuerzos, entender qué se pone en juego a nivel nacional en estos comicios y por qué necesitamos legisladores que defiendan el proyecto, no sin dar el debate interno que tenemos que dar para corregir lo que tenemos que corregir, pero sin poner en riesgo la unidad y la continuidad del único espacio político que puede defender los intereses del pueblo. 

En el caso de Córdoba, en particular, tenemos que seguir hablando del modelo que lleva adelante el schiarettismo, que ha profundizado los números de la pobreza y el desempleo. Tenemos que llegar a la ciudadanía advirtiendo la situación a los que nos expusieron las políticas de Hacemos por Córdoba, y discutiendo el proyecto que proponemos, hablando de lo que nos pasa como ciudadanas y ciudadanos, y construyendo opciones regionales que le den sustento a una propuesta desde Córdoba.