Un mes de gobierno: fuerte transferencia hacia los sectores más postergados

04/01/2020
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Minuto Uno | Opinión

Por Juan Carlos Junio

 

Cerca de cumplir el primer mes de gobierno, pueden verse las principales definiciones de lo que se espera será la presidencia de Alberto Fernández. El mensaje fundamental de la campaña fue poner a la Argentina de pie empezando por los sectores más humildes. Claro que tras cuatro años de neoliberalismo aquel enunciado presidencial de "comenzar por los últimos para después llegar a todos" incluye a vastos sectores de la clase media: trabajadores con buenos ingresos, profesionales, pymes, etcétera.

Macri dejó una economía en recesión, con inflación descontrolada, endeudada y con una fragilidad externa en materia de divisas que lo llevó a un default parcial y a la reposición del control de cambios. Ante tamaño descalabro, lejos de aplicar un plan ortodoxo el presidente Alberto Fernández tomó rápidas medidas para fortalecer los ingresos de vastos sectores postergados e ir dinamizando el mercado interno.

Uno de los notables contrastes con el inicio de la gestión macrista es que no asumió el gobierno disparando el dólar oficial, sino que administró los controles de cambio de manera selectiva para no perjudicar la recuperación industrial y evitar la consabida suba de los precios. Se desalienta la utilización de dólares para ahorrar en dicha divisa, así como el turismo y compras en el exterior. Cabe aclarar que este gasto de bienes y servicios no están prohibidos, simplemente salen más caros.

Este agujero de las cuentas externas que dejó el neoliberalismo al ensayar una apertura irresponsable no se buscará cerrar con nueva deuda. Por el contrario, de hecho, Alberto Fernández instruyó a no tomar la última cuota pendiente del acuerdo con el FMI.

Así mismo, en vez de seguir apretando el torniquete con el dogma de la restricción monetaria, la tasa de interés de referencia bajó en forma sustancial, dando claras señales a la producción de transitar un camino de baja de las tasas de interés.

Otra medida que se diferencia con el gobierno anterior fue el fin de la política del tarifazo permanente. Alberto Fernández congeló las tarifas de luz, gas y de transporte por 180 días. Vencido ese plazo se descuenta que las tarifas estarán desdolarizadas.

Por otro lado, se extendió el programa de Precios Cuidados tomando más y mejores productos, y se bajó la tasa de interés del programa Ahora 12. A través del ANSES se pondrán en marcha una línea de créditos no bancarios a tasas subvencionadas para comprar herramientas o bienes de capital.

La ley de emergencia aprobada por el Congreso vino a poner en práctica los elementos redistributivos prometidos en la campaña. A los impuestos al dólar ya mencionados, se agrega la recuperación de las alícuotas del impuesto bienes personales, que en el mundo se conoce como impuesto a la riqueza, con un agregado más fuerte a los capitales que fueron blanqueados; y se incrementaron moderadamente las retenciones agropecuarias contemplando situaciones de economías regionales. Con estas medidas, el mayor peso contributivo caerá en los que más tienen. Por eso se dispuso también una amplia moratoria a las pymes respecto a sus deudas con el fisco y la seguridad social.

Respecto al empleo, el gobierno dispuso el pago de doble indemnización por seis meses para desalentar despidos en el sector privado. También consensuará un aumento por decreto de los salarios de los trabajadores, tanto públicos como privados.

Esta política de incrementos de ingresos no solo alcanza a los trabajadores del sector formal, sino que se otorgarán bonos a jubilados y a beneficiarios de la AUH. Todas las jubilaciones recibieron el último ajuste de la movilidad, mientras que la gran mayoría están recibiendo un bono de 10 mil pesos, mitad en diciembre y mitad en enero, y en marzo recibirán otro aumento.

Por su parte, los titulares de la AUH recibieron un bono de 2000 pesos además de una tarjeta alimentaria que va de 4.000 a 6.000 pesos, y la devolución del IVA que ellos conservan. Aquí hay que decirlo: este gobierno no subió el IVA, como han titulado algunos medios, sino que se terminó la baja excepcional y generalizada que había ensayado de forma desesperada el macrismo al haber perdido las PASO. Solo les mantiene la baja a los sectores que realmente están pasando hambre, haciendo más eficiente la política en la materia.

Como puede verse, en apenas un mes de gobierno se ha puesto en marcha un rumbo firme de recuperación económica en base a la progresividad, con la mira puesta en transitar un camino “con dignidad, rumbo al desarrollo con justicia social”.

 

Nota publicada en Minuto Uno el  04/01/2020