El mes de febrero continúa reflejándonos las grandes dificultades que atraviesan nuestro país y nuestra provincia. El gobierno nacional trabaja sin descanso desde el 10 de diciembre en la ejecución de un plan para salir de la profunda crisis social y económica en la que nos sumió la política neoliberal implementada por el gobierno de Mauricio Macri, cuyo principal objetivo fue defender al mercado como regulador natural de la economía y, con ello, los intereses de los grandes grupos económicos internacionales y nacionales que sostienen el capitalismo financiero.
Una política contra el hambre, que aqueja principalmente a mujeres, niños/as y jóvenes, es la prioridad del flamante gobierno nacional que nosotros integramos. Necesitamos salir del estancamiento, con crecimiento y desarrollo económico, con aumentos de salarios directos e indirectos por encima de la inflación, promoviendo el consumo de la producción local, fortaleciendo a través de diferentes herramientas a las entidades de la economía social y solidaria y pyme, en fin, regresando mejores por un modelo productivo con inclusión social, con una necesaria mayor participación de la ciudadanía en la vida pública.
Es imperioso que las negociaciones por la reestructuración de la deuda y búsqueda de apoyos internacionales de nuestros Presidente y ministro de Economía, Alberto Fernández y Martín Guzmán, como así también la tarea de nuestras/os embajadoras/es, en países como Alemania, Francia, España, Italia y EEUU, entre otros, sean conducentes para contar con los recursos necesarios para la reactivación.
Córdoba no es ajena a lo que sucede en nuestro país, no es una isla. Los indicadores económicos y sociales demuestran que la crisis nacional también le pega a las y los cordobeses, con aumento de personas en situación de pobreza (36,9%), de subocupación (12,6%) y desocupación (11,3%), con baja del consumo y producción manufacturera. A este escenario desolador se le suman los vencimientos de la deuda provincial por U$S 159 millones para este 2020, en un contexto de recaudación a la baja, una tendencia que se viene demostrando mes a mes; enero de 2020 no fue la excepción, con ingresos por debajo de la inflación en un promedio de 10%.
Por tal motivo, es necesario el entendimiento del gobierno provincial con el nacional, que se refleja en la adhesión a las políticas de reactivación como el Plan Argentina Contra el Hambre, que representará para nuestra provincia $ 7.200 millones que ingresarán en 2020 a través de la tarjeta alimentAR, con el compromiso de promover el consumo de la agricultura familiar y la economía regional. Falta mucho por articular con la provincia, en un escenario de renovación de liderazgos camino al 2023.
El Frente de Todos y Todas tendrá el desafío de constituirse en un verdadero frente político que trabaje para sostener el rumbo y las políticas iniciadas por Alberto y Cristina. Y en nuestra provincia el desafío será trabajar la unidad en la diversidad: peronistas, progresistas, radicales, izquierda amplia, kirchneristas, movimientos sociales, sindicales, religiosos, todas y todos, integrados al proyecto democrático, nacional y popular, militándolo y promoviendo la participación en y desde cada territorio de la provincia de Córdoba.
El Partido Solidario, con la referencia de los diputados nacionales Carlos Heller y Eduardo Fernández, tiene la oportunidad de aportar y mucho tanto a nivel nacional como provincial. Consolidar partido y frente será el objetivo de este 2020 para Córdoba. Aportar nuestra experiencia provincial en materia de economía social y solidaria, pymes, ambiente, DDHH, todo ello con perspectiva de género, será una tarea de cada concejal, tribuno de cuentas, funcionario que esté en la gestión, y de cada referente/a político/a partidario/a solidario/a que encontramos en más de 40 localidades y de 12 departamentos de la provincia. Y todo esto acompañado por un proceso de formación abierto en materia de políticas públicas para el desarrollo local a partir de un centro de estudios que administrará el Solidario.
Recuperamos el gobierno nacional, ahora debemos consolidar el poder político, traducir los votos y las políticas públicas inclusivas en ciudadanía politizada que sostenga este proyecto, que concibe al Estado como garante de viejos y nuevos derechos para el pueblo, como promotor de la participación política en la vida pública de las y los argentinos, un Estado que trabaja por la reducción constante de la desigualdad social, que mejora las distribuciones de los ingresos y las riquezas, que regula la economía, que controla los recursos estratégicos para el país y que forja día a día la integración nuestroamericana.
