Blaquier y Lemos, a juicio

18/10/2021

El día jueves 14 de octubre amanecimos con la grata noticia de la elevación a juicio de la Causa Blaquier en el marco de los juicios de Lesa Humanidad. Digo grata, porque luego de que se iniciara el juicio en el año 2012 se determinó la falta de mérito para procesar a Carlos Pedro Blaquier y Alberto “Bony” Lemos, por la privación ilegítima de la libertad de 20 personas durante las Noches del Apagón en las localidades de Ledesma, Calilegua y Libertador General San Martín en julio de 1976. Y en la causa denominada Aredez, por el secuestro y posterior desaparición del ex Intendente de Ldor. Gral. San Martin, Ramón Aredez, Omar Claudio Gainza y Carlos Alberto Melián entre marzo y abril de 1976; la misma fue llevada por los defensores de los imputados hasta la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en donde estuvo paralizado el proceso por ocho años, en una muestra de búsqueda de impunidad biológica de los acusados, ordenando finalmente el máximo tribunal del país que la causa continúe su curso, que baje, y hoy es elevada a juicio.
Para nosotres es un gran logro saber que se podrá avanzar en este juicio en el que en su momento mi padre Hugo Condorí fue testigo clave (uno de los pocos dirigentes azucareros de aquella obra social que sobrevivió a la dictadura), habiendo establecido con su testimonio el vínculo entre ambas causas.
Hugo Condorí, quien fuera militante y referente del PSol, era presidente de la obra social del sindicato de empleados del azúcar, una entidad que reunió en la comisión directiva a quienes terminaron secuestrados y desaparecidos antes y después del golpe de 1976, en medio de un proceso de largas demandas y conflictos con la empresa Ledesma. Entre ellos, el ex intendente Arédez, que era asesor del área de salud, y Jorge Osvaldo Weisz, vicepresidente de la obra social, detenido en 1974 y desaparecido a partir de diciembre de 1976. Condorí fue presidente de la Asociación de ex Presos Políticos de Jujuy. Su declaración consolida el vínculo entre la llamada causa Bernard, que incluye a los hombres del sindicato, y la del ex intendente, en la que la fiscalía está pidiendo una ampliación de la acusación del empresario, a priori, por el delito de homicidio.
“Acá todo el mundo recuerda a Arédez porque era intendente”, declaró Condorí. “Pero eso fue secundario, lo primario es que él era asesor nuestro: Arédez, Weisz, (Carlos) Patrignani y yo fundamos la obra social que es la que se encargó de luchar por el cumplimiento de la Ley de Salubridad, pero nunca la empresa la había cumplido. Nosotros veníamos del peronismo, había radicales, Weisz era de Vanguardia Comunista, pero lo que nosotros discutíamos era cómo profundizar las políticas de salubridad o de vivienda, porque más allá de las ideologías había un problema que había que solucionar.”
En 1972, “a 26 años de haberse promulgado la ley recién empezamos a pelear con la dirigencia por el cumplimiento de la ley con el asesoramiento del doctor Arédez -explicó- con Carlos Patrignani y toda la articulación con la obra social, el cuerpo de delegados y los obreros de Ledesma. Como los costos que debía asumir la empresa formaban parte del costo primario del azúcar y el azúcar tenía precios máximos, la compañía no los quería asumir. Arédez asesoró a los trabajadores sobre la asistencia médica de la que se tenía que hacer responsable la compañía según las leyes vigentes, sobre los tipos de medicamentos y tratamientos.”
Aquellos hombres de la comisión directiva, Arédez, Patrignani y Weisz están desaparecidos.
A Arédez lo secuestraron el 24 de marzo de 1976. Esa noche también secuestraron a Ramón Bueno, Antonio Felliu, Omar Gainza y Carlos Alberto Melian. Las patotas de la policía y el Ejército que se los llevaron se movilizaron en vehículos de Ledesma SAAI, conducidos por personal de la empresa que hicieron subir a los detenidos. A Arédez lo liberaron el 5 de marzo del 77. El 13 de mayo lo interceptaron por la ruta 34. Esta vez lo hizo otro vehículo, presuntamente conducido por Juan de la Cruz Kairuz, policía y empleado de Ledesma. Desde entonces permanece desaparecido.
El expediente recuerda aquello sobre lo que declaró Condorí: Arédez fue asesor médico de los sindicatos azucareros de Ledesma y Calilegua y de la mutual de obreros y empleados del Ingenio Ledesma. También menciona que fueron notorios sus reclamos sobre la falta de cuidados médicos y de seguridad que padecían los empleados del ingenio y de los que la empresa debía hacerse cargo. Los directivos de Ledesma decidieron despedirlo indicando que proveía a los trabajadores de demasiados medicamentos sin cobrar. Años más tarde, en 1973, era elegido intendente. 
Para los Organismos de Derechos Humanos, significaría un gran paso condenar a quienes fueron junto con los militares responsables en la página oscura de nuestra historia que fue la Dictadura Militar, Empresarial y Eclesiástica que inició en el año 1976.