Hacia un triunfo más amplio

10/09/2019

En las PASO se produjo un triunfo del Frente de Todos por una magnitud mayor a la que esperábamos. ¿Podemos decir misión cumplida? Por supuesto que no: de aquí al 27 de octubre tenemos que multiplicar los esfuerzos para consolidar ese triunfo. El desafío es ganar por el mayor margen posible. Porque necesitamos de la máxima legitimidad electoral  para enfrentar el estado de catástrofe social en el que el gobierno neoliberal está dejando al país.

En ese sentido, vale la pena tratar de responder a las preguntas ¿Qué es lo que pasó en las PASO? ¿Qué ocurrió en términos políticos, sociales e ideológicos para que se produjera un triunfo tan contundente del Frente de Todos?

Es claro: la sociedad votó en contra de este modelo económico, social y cultural. No votó solo en contra de las torpezas del presidente. Votó contra un proyecto de país para minorías que a esta altura ya mostró su verdadero rostro. En el 2015, el macrismo logró engañar a la sociedad con propuestas que no cumplió. En el 2017 consiguió que esa misma sociedad en gran parte lo siguiera apoyando. Pero en 2019 una mayoría les puso un límite contundente al modelo y a quien lo simboliza en la actualidad, Mauricio Macri.  

En el triunfo del Frente de Todos han confluido los sectores más humildes de la sociedad con amplias fracciones de las clases medias que optaron por esta alternativa. La elección ha abierto un gran horizonte: hay que continuar consolidando y ampliando esa adhesión de los sectores medios. Como siempre decimos, el Partido Solidario tiene una enorme tarea allí.

Las pequeñas y medianas empresas, por ejemplo, son uno de los sectores más perjudicadas por este modelo. Hay que profundizar la acción del Partido en ese frente. También hay que intensificar el trabajo con los profesionales, con los protagonistas del mundo de la cultura, con los científicos, con los jóvenes, con las universidades, con el movimiento de mujeres, entre tantos otros sujetos de la vida democrática.

El triunfo del Frente de Todos fue una consecuencia del deterioro económico y social generado por el proyecto para minorías implementado por Mauricio Macri. Pero también fue un producto de las luchas de muchos sectores de la sociedad que denunciaron, enfrentaron y combatieron ese modelo con manifestaciones públicas permanentes. Desde la marcha contra la reforma previsional, pasando por los paros del movimiento obrero y las movilizaciones de las organizaciones de mujeres hasta las protestas de los científicos, las pequeñas y medianas empresas, las universidades y los representantes de la cultura, entre otros, fueron generando un escenario de retroceso y deterioro del modelo neoliberal. En síntesis: la derecha, a pesar de muchos que anunciaban lo contrario, no ha logrado consolidar su  proyecto de minorías en la Argentina.

Por el contrario, se abre un horizonte enorme de oportunidades para el crecimiento de una organización como el Partido Solidario.

El próximo paso es el 27 de octubre: hay que acumular ese día la mayor legitimidad posible para luego gobernar, entre todos y todas, un país devastado.