Como militantes territoriales asumimos el compromiso de dar la batalla cultural desde los barrios, contra la manipulación informativa de los medios hegemónicos de comunicación. Además realizamos en nuestros locales del partido acciones que permiten una mayor participación, desde diferentes actividades culturales, sociales y talleres (tango, literatura o percusión), hasta canalizar demandas ciudadanas por cuestiones que afectan derechos particulares, o ante las decisiones políticas que afectan al conjunto de la ciudadanía nos involucramos articulando en las instancias institucionales (Legislatura, Junta Comunal y Consejo Consultivo Comunal), y en algunos casos para que intervenga el Poder Judicial.
En esa tarea, pudimos expresar nuestra opinión, junto a más de 500 referentes de diferentes organizaciones sociales, vecinales y partidarias en la Audiencia Pública (no vinculante) para la Modificación del Código Urbanístico, convocadas al efecto de cumplir una mera formalidad, en una Legislatura con mayoría de Cambiemos. Este Código sólo favorece a los desarrolladores inmobiliarios, con el único objetivo de gentrificar la Ciudad. Defendemos la identidad barrial por sobre el negocio inmobiliario, en una Ciudad con pocos espacios verdes y absorbentes.
Y vivimos también otras luchas: en defensa de la Educación Pública y Gratuita rechazamos el cierre de las Escuelas Nocturnas, la falta de vacantes, el traslado del CENARD y el Instituto Romero Brest, como también repudiamos el cierre de cinco hospitales, todo ello para hacer un negocio con los terrenos que actualmente ocupan esos centros de salud.
Hoy nos vuelve a convocar, para decidir las acciones a llevar adelante, el tema del incremento en la tarifa del estacionamiento medido y la instalación de 87 mil parquímetros, que solo busca desalentar el uso del vehículo sin promover un servicio de transporte público eficiente —desde la calidad de las unidades hasta la cantidad—, que pueda garantizar una mejor frecuencia.
Darle valor solo al “maquillaje” en nuestra Ciudad es efímero e insuficiente. Necesitamos impulsar otras prioridades: que se atiendan las necesidades básicas insatisfechas de los sectores más vulnerables, desde la promoción de planes de vivienda social para dar respuesta a una demanda de la población que data ya de muchos años, hasta un enorme abanico de políticas que posibiliten la movilidad social ascendente de los hogares más humildes de nuestra ciudad. Con esa visión también militamos para recomponer el presupuesto destinado a la Educación Pública, que pasó de 29% en el 2007 al 17% en el 2019, destinando esos 12 puntos a otros ámbitos menos importantes durante las dos gestiones de Mauricio Macri en la Ciudad y la última de Horacio Rodríguez Larreta.
Desde nuestra perspectiva todas las luchas territoriales fueron y son valiosas, independientemente de su resultado. Como militantes nos nutrimos de herramientas para poder interpelar a la ciudadanía, buscando la construcción de una relación de fuerza suficiente para enfrentar las políticas de exclusión social que vienen aplicando quienes gobiernan la Ciudad Autónoma de Buenos Aires desde hace más de una década.