La vida que queremos

02/08/2021

La militancia como protagonista asumió en este período un rol central en nuestra provincia de Buenos Aires, no sólo en su participación ciudadana, sino también en el camino a profundizar un modelo de sociedad que contenga a todos y todas. 

La militancia como camino es una buena metáfora para pensarnos, como partido político y como fuerza que integra un frente; en este nuevo tramo del camino que se inicia luego del cierre de las listas nos convida a un protagonismo de agitación de fiesta democrática, de participación ciudadana, donde los militantes del Solidario en conjunto con el resto de la militancia del campo nacional y popular nos hermanamos en la construcción de un sentido. El de la vida que queremos todos y todas.

Las y los referentes de nuestra fuerza solidaria asumieron su responsabilidad en tres planos: fortalecer la centralidad y organización de nuestro partido, conjuntamente con un gran esfuerzo de generar desde el inicio de la pandemia, en el 2020, actividades en defensa de los intereses de nuestro pueblo, porque no hay solidaridad posible en las categorías que nuestra fuerza se piensa sin igualdad, sin libertad y sin distribución, con lo cual la militancia de la Ley del Aporte Solidario y Extraordinario fue el motor de vínculo con todo el espectro político y social con el que establecimos relaciones, y por último lograr representatividad en la contienda electoral como así también en las gestiones del Estado. Hubiéramos querido aportar más al proyecto nacional, pero las decisiones y el camino son los correctos. Ahora nos queda seguir militando, seguir creciendo, seguir fortaleciendo.

Con la consigna en nuestras mentes y nuestros corazones vamos a construir esa vida que queremos. Tenemos por delante ahora dos etapas centrales, trabajar para las PASO y luego marchar a las elecciones generales de noviembre. Es en este nuevo tramo que debemos clarificar objetivos, también establecernos y decírnoslo es muy importante. Entonces aquí vamos:

Primero, espero hayamos descansado este último fin de semana, porque lo que tenemos por delante es asumir y profundizar nuestro compromiso militante y salir a las calles, a los barrios, a las Universidades, a las fábricas, vincularnos con los comerciantes de cercanía, con los pequeños y medianos empresarios, con los cooperativistas, con los movimientos sociales, con todas y todos los actores a debatir, expresar en nuestro encuentro solidario que hay otra idea de país y de provincia.

Segundo, que este tiempo electoral nos permita crecer, como fuerza dentro del frente, pero a la vez en la construcción de una cultura participativa y solidaria, que no es otra cosa que nuestra historia que ya tiene más de 100 años en el movimiento cooperativo.

Tercero, lograr mayores espacios de participación en los concejos deliberantes de nuestros municipios, en los consejos escolares, en las gestiones municipales, provinciales y nacionales.

Cuarto, fortalecer la UNIDAD, por sobre todas las cosas. Este frente electoral debe consolidarse en frente político y luego en un bloque histórico, que represente los intereses de autodeterminación, libertad e igualdad en nuestra Patria, en nuestro pueblo y entendiéndonos en la geopolítica global como un bloque con nuestra América Latina. Debemos constituirnos en un poder participativo, democrático, protagónico. Ese camino es lento, no es mágico y debemos asumirlo en términos históricos, con lo cual cada uno de nosotros somos arte y parte de esa transformación. La vida que queremos todos y todas entonces es una construcción que no es lineal. Esa expresión de deseo solo será posible en el camino codo a codo con nuestros compañeras y compañeros de militancia; ahí estamos construyendo presente y sabiendo que el futuro será nuestro.