Nuevos desafíos

23/12/2019

Fueron cuatro años difíciles: nos movilizamos, resistimos, polemizamos y utilizamos todas nuestras energías, junto al resto de las fuerzas que hoy confluyen en el Frente de Todos, para ponerle un límite al proyecto neoliberal.

Y lo logramos.

Ahora estamos en otra etapa: la de construir un modelo alternativo al de Juntos por el Cambio que dejó un país en emergencia.

Ello nos trae muchos desafíos. El Partido Solidario tiene nuevas responsabilidades. No sólo en mi rol y el de Eduardo Fernández como diputados nacionales. Además, nuestra organización ha quedado inserta, luego de las últimas elecciones, en diversos espacios institucionales a lo largo de todo el país. Nuestra fuerza se sitúa, en varias localidades de la Argentina, en la primera línea de la reconstrucción de un país sumido en varias emergencias.

Siento orgullo por ello. Siento satisfacción. Siento agradecimiento hacia toda la militancia que trabajó sin descanso todos estos años. Y siento mucha responsabilidad. El proceso político en el que estamos nos tiene, junto al resto de las fuerzas políticas, como protagonistas.

Lo sabemos: llegar al gobierno es un paso necesario pero no suficiente. Es imprescindible seguir construyendo una relación de fuerzas favorable que nos permita ejecutar las políticas y profundizar los cambios. Ellos se han ido del Estado pero no del sentido común de un sector significativo de la sociedad. La batalla política y cultural continúa.

Tuvimos, la semana pasada, una muestra de esa disputa política y cultural durante el debate y posterior sanción de la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva en el marco de la emergencia pública. La actual oposición cuestionó que el país estuviera en emergencia. Para ellos, no hay tal situación crítica. Según su versión, el gobierno anterior se fue dejando un país en marcha. Sin embargo, como todos y todas sabemos, la realidad es dramática. Hoy tenemos la inflación más alta de los últimos 28 años, la deuda externa en relación al PBI está en su peor momento desde el año 2004, el nivel de la producción industrial es equivalente al del año 2006, se cerraron más de 20 mil empresas en 4 años, se perdieron en el sector industrial más de 141 mil empleos registrados del sector privado, la tasa de desocupación es la más alta desde 2006 y la pobreza está en los valores más elevados desde 2008, por citar sólo unos pocos indicadores.

Es muy difícil avanzar sin describir cuál es el punto a partir del cual se intenta avanzar. Es necesario dar cuenta de las dificultades de las que se parte. La descripción de la emergencia le da sentido a las medidas urgentes que el gobierno de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner están tomando. Si, por el contrario, se impone el relato de que tal emergencia no existe, entonces esas medidas pierden parte de su sentido o toman otros significados. Por ejemplo, que se trata de maniobras del gobierno para dotarse de superpoderes o concentrar más poder, tal como plantea la oposición.  

La discusión de esta ley es sólo un ejemplo. Habrá cientos de escenarios similares en los próximos meses.

En los últimos cuatro años nos movilizamos, resistimos, polemizamos y utilizamos todas nuestras energías, junto al resto de las fuerzas que hoy confluyen en el Frente de Todos, para ponerle un límite al proyecto neoliberal. Ahora es necesario seguir haciéndolo. Es necesario  explicar una y mil veces las iniciativas gubernamentales y polemizar con los discursos opositores que cambian los ejes de discusión e intentan confundir. La batalla cultural tiene lugar todos los días: en las instituciones, en los medios, en las calles. En todos lados. Como siempre, allí seguirá estando el Partido Solidario haciendo su contribución militante.