Otro país es posible

18/06/2019

El jueves pasado participamos, junto al candidato a Presidente por el Frente de Todos, Alberto Fernández, en la cena en la que reunimos a más de dos mil pequeños y medianos empresarios.

Fue una gran noche. Una nueva demostración de la capacidad que hemos desarrollado para intervenir en la política nacional con nuestras preocupaciones, agendas y propuestas. Estoy orgulloso de nuestra fuerza política. Una actividad como la de Parque Norte, como ustedes saben porque son quienes la organizaron, es una tarea colectiva que demanda un enorme esfuerzo. Mi agradecimiento a todos y todas los que participaron en la producción del evento.

Fue un gran hecho político. Entre otras cosas, hicimos de nexo entre un sector económico como las pymes y el principal candidato de la unidad de la oposición. Pusimos, una vez más, nuestras convicciones históricas en acto. Porque somos defensores desde siempre del mercado interno. Y de las pequeñas y medianas empresas castigadas por este proyecto de país excluyente. Hay en la Argentina alrededor de 610 mil empresas registradas. De ellas, el 99 por ciento ocupan menos de 200 personas. Estas producen algo así como el 70 por ciento del empleo que se genera en el país. Es un sector mano de obra intensiva y, por lo tanto, un gran generador de trabajo. De allí su importancia estratégica para desarrollar el mercado interno, dinamizar el crecimiento y la inclusión social.

Por supuesto, no es cierto que el libre mercado ponga en movimiento la actividad económica. Lo que produce es el aumento de la concentración económica. Un país para desarrollarse necesita de regulaciones. ¿Quiénes no quieren las regulaciones? Los que por su poder no las necesitan. Los que imponen la primacía de su poder económico o de su poder político. Las leyes siempre deben ser pensadas para proteger a los más débiles.

Para imponer esas regulaciones y sostenerlas con éxito es necesario construir una gran coalición política. Porque no sólo hay que ganar las elecciones. Luego también hay que gobernar y llevar adelante políticas que serán resistidas por algunos sectores económicos concentrados.

Por eso, el 27 de octubre necesitamos una victoria categórica. Es para ello que estamos construyendo el espacio amplio, diverso y plural, el Frente de Todos, cuyo límite es Macri y lo que él representa.

Estamos en un gran momento y lo tenemos que celebrar. Y, como siempre, debemos comprometernos todos los días en hacer que los argentinos y las argentinas vuelvan a creer, se vuelvan a entusiasmar, se vuelvan a enamorar de un proyecto de país y, entre todos y todas, transitemos ese camino de reconstrucción que las mayorías reclaman y necesitan.

El sector cooperativo, el de la economía social, el de las pequeñas y medianas empresas, junto a los trabajadores y a los técnicos y profesionales, entre otros sectores, tenemos un rol muy importante en un modelo de país alternativo al actual. Pero, repito, para transitar ese otro camino hay que construir la fuerza que nos permita primero ganar en las urnas y luego gobernar con un fuerte respaldo popular.

Otro país es posible. Y depende de nosotros. De nuestras convicciones, esfuerzos y compromisos.