Luego de casi 12 años de gestión macrista en la ciudad, las porteñas y los porteños tenemos la gran oportunidad en estas elecciones de elegir en las urnas un proyecto de gobierno y de ciudad que atienda las problemáticas de toda la ciudadanía con una perspectiva solidaria e inclusiva. Un gobierno porteño que se aparte de la insensibilidad, la meritocracia conservadora, las políticas de ajuste del gasto social y que encare los problemas más urgentes de nuestra ciudad: la educación, la salud, el trabajo, la vivienda, la cultura y el hambre. Un gobierno que dé vuelta la página y ponga fin a la sombría gestión de los gobiernos neoliberales de Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta.
La chance está, es histórica y se puede dar si la ciudadanía lo quiere, como versa la canción de Sudor Marika que se hizo viral y se baila en las esquinas porteñas: “Macri ya fue, Vidal ya fue, si vos querés, Larreta también”. La opción por Matías Lammens, el candidato de nuestro frente, representa esa oportunidad que no sólo traerá la posibilidad de construir una ciudad mejor, sino también la de sacar a Cambiemos de su bastión histórico, último reducto político después del rechazo generalizado que en las PASO recibió el modelo político, económico y social macrista, ese que nos dejó un país endeudado, en recesión, con una inflación descontrolada que golpea la capacidad adquisitiva del salario, con más pobreza y con más desocupación, con menos industrias, con menos pymes y con hambre. Sí, en el país que iba a ser el supermercado del mundo, según Macri, ahora hay vastos sectores que pasan hambre.
Macri, Vidal y Larreta son lo mismo, piensan lo mismo, tienen los mismos objetivos, comparten la misma ideología y aplican las mismas políticas.
Los porteños y las porteñas nos merecemos otro modelo de gestión. No podemos aceptar que la ciudad más rica del país tenga el déficit social que tiene: 7.251 personas en situación de calle, miles de chicos y chicas que se quedan sin vacantes para ir a la escuela año tras año, hospitales públicos abandonados e índices de pobreza e indigencia alarmantes.
La gestión de Cambiemos en nuestra ciudad ya no goza del paraguas económico que las gestiones nacionales, populares y democráticas otrora le generaban y que le servía para ocultar el resultado de sus políticas en el tejido social. Después de casi 4 años de una Nación gobernada por su líder político, las consecuencias de su modelo están también a la vista en la ciudad.
Entonces, es una gran batalla electoral la que se juega en terreno porteño. El neoliberalismo pareciera estar derrotado electoralmente en la Nación y en la provincia de Buenos Aires. Ahora, en la ciudad, los militantes tenemos que lograr ese objetivo, es necesario que lo hagamos porque Cambiemos ya ha hecho mucho daño. Tienen que venir Aires Buenos a nuestra ciudad; para eso debemos convencer a la ciudadanía porteña. Si el 27 de octubre se abre una instancia de ballotage, la posibilidad de derrotar al neoliberalismo estará muy cerca. Lammens podría ser el nuevo Jefe de Gobierno y colocar a la ciudad en línea con las políticas que llevarán adelante Alberto y Cristina. Por lo tanto, las fuerzas políticas porteñas que conformamos el Frente de Todos tenemos que seguir militando, redoblar esfuerzos, asumir el desafío que nos demanda esta coyuntura. Hay que abrir más veces los locales, hay que salir al encuentro de los vecinos y las vecinas para que no haya confusión: Larreta, Macri y Vidal son los responsables de la crisis social y económica que estamos viviendo.
La tarea no es fácil, sobre todo en la ciudad siguen teniendo una protección mediática jugando a su favor, pero nosotros contamos con la ola de votos que se manifestó en las PASO, que nos refuerzan la esperanza, y con la voluntad militante incansable de nuestras compañeras y nuestros compañeros.