Superando las tormentas

27/07/2020

Como si fuesen poco 4 años de políticas neoliberales consumadas por Macri y su equipo de CEOs, desembarcó en marzo la pandemia mundial sobre un país ya golpeado por un gobierno cuyo único objetivo fue el lucro y la concentración de riqueza en unos pocos.
Sabíamos que no sería fácil: 4 años de endeudamiento, recesión, inflación y dos brutales devaluaciones que golpearon la línea de flotación de los que menos tienen, también a la clase media; en una espiral descendente que parecía no tener fin, con casi 25.000 PyMEs que cerraron.
Ahora deberemos reconstruir un país devastado, con el agravante de lo ya mencionado anteriormente, un virus implacable que golpea al mundo, a las economías, a la vida...
Jujuy no escapa a esta lógica, más aún teniendo en cuenta que aún sigue en el gobierno el radical-pro Gerardo Morales, que oportunamente se alineara con el expresidente, y como ya lo indicáramos en un Notisol anterior, la provincia parecía ser el laboratorio de experimentos que luego se replicaban a nivel nacional: persecución política, prisiones preventivas arbitrarias, endeudamiento sobre obras de dudosa necesidad, negocios para los amigos y, por supuesto, un nepotismo sin precedentes.
Con una exacerbada publicidad de su gestión, Morales se jactaba de su manejo de la pandemia, y en efecto, el esfuerzo de la población daba sus frutos, siendo Jujuy una de las menos afectadas por la enfermedad, hasta que un grosero error del gobernador y su comitiva puso a la luz las falencias del sistema de salud jujeño, desfinanciado año tras año y sostenido solo a fuerza de voluntades de los profesionales de la medicina y sus colaboradores. Hoy la situación es crítica, Morales atomiza las culpas y reconoce errores: la faraónica obra de los parques fotovoltaicos Cauchari I, II y III se vislumbra como "EL" problema financiero de la provincia, sin mencionar el déficit fiscal que mes a mes horada las arcas de Jujuy y que fuera disimulado con los ATN que su aliado Macri le brindó durante 4 años.
Empero, la cúpula política sigue generando negocios para los familiares y amigos: el intento de instalar un crematorio en la capital jujeña es un claro ejemplo, aprovechando la situación sanitaria y contra normativas preexistentes. Pero no podemos dejar de mencionar el propio Cauchari, la fabricación de cannabis medicinal, la instalación de cámaras de vigilancia o la tan anunciada obra que parecía una broma y de la cual no hay rastros: el tren solar.
En este escenario local, nuestras actividades hoy están bastante condicionadas por la intermitencia de la cuarentena estricta, no obstante estamos articulando con distintos espacios la conformación de un frente de verdadera oposición, tarea no menor teniendo en cuenta lo que ocurre en la provincia con las fuerzas políticas mayoritarias, cuya polarización es aprovechada por algunos para seguir concentrando poder... y dinero.
Nos preocupa sobremanera la situación. La ciudadanía está agotando su paciencia y ya se empiezan a registrar cuestionamientos generalizados. Es una tarea de todos los que conformamos el espacio del Frente de Todos sostener las esperanzas; el presidente Alberto Fernández lleva adelante una titánica misión, hoy más que nunca necesita el apoyo de los y las militantes. Debemos aunar esfuerzos, no bajar los brazos y comenzar a trabajar sobre las propuestas que nuestro espacio siempre impulsa, como el actual proyecto de ley de aporte solidario extraordinario de las grandes riquezas o el proyecto de ley de servicios financieros, que si bien el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner tomó algunos ejes y los incorporó en la modificación de la Carta Orgánica del Banco Central, consideramos que es menester volver sobre él.
Como dice el presidente de nuestro partido, Carlos Heller, a “las dos pandemias” será difícil sortearlas, pero estamos convencidos de que con un trabajo sostenido, articulado, solidario y comprometido es viable enfrentarlas. Las tormentas no son imposibles de superar.

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