“El futuro se acerca”, dice el poema; “despacio, pero viene”.
Llegamos al 2019, las expectativas de nuestra militancia son muchas y en diferentes planos. La de nuestra construcción partidaria es la gran tarea por abordar. Tenemos un desafío: ser constructores de unidad. En ese camino nos encontramos con muchxs militantes del campo nacional, popular y democrático de la Argentina y de nuestra querida provincia de Buenos Aires, donde sabemos se libra una de las batallas y quizás la primera‒ contra el neoliberalismo.
El posible desdoblamiento de las elecciones en nuestro distrito implicará salir a medir nuestras inteligencias, nuestras construcciones y nuestra programática: feminista, distributiva, de educación, de salud y producción, contrapuesta con el achicamiento del Estado, el endeudamiento y la pobreza ‒en todos los planos‒ de un modelo que privilegia lo financiero por sobre lo humano.
Nosotros no estamos en contra del neoliberalismo solamente por lo político-económico; estamos en contra del neoliberalismo por la concepción humana que, como en el mito de Jano, muestra dos caras de una sociedad. Nosotros, la fuerza solidaria, somos humanistas en el sentido amplio de la palabra y nuestros intereses no son otros que los de nuestra gente, nuestro pueblo.
Para nuestro Partido en la provincia de Buenos Aires el desafío está en tres planos. Avanzar en el crecimiento es el primero, necesitamos un gran Partido Solidario, necesitamos una gran fuerza transformadora de nuestra sociedad, porque nosotros queremos transformar la sociedad, queremos construir otro tipo de país. Decimos, en definitiva, “queremos cambiar la vida”.
El segundo plano tiene que ver con que nuestrxs referentes ocupen cargos legislativos y ejecutivos, de gestión e intervención, porque si bien creemos que la batalla cultural es por sobre todas las cosas una batalla de ideas, nos reconocemos en una filosofía de la praxis, con lo cual ideas y prácticas se expresan en iniciativa política. Este segundo plano es fundamental para nuestra fuerza: demostrar que hay una ética de la gestión y la transparencia política.
El tercer plano es el de la construcción de un espacio de participación amplio, que abraza las tradiciones políticas de nuestra provincia, las prácticas políticas atomizadas en los barrios, las escuelas, las Universidades. Abrazando las expectativas transformadoras de los jóvenes y su rebeldía, comprometiéndonos con las reivindicaciones de los adultos mayores, quienes con sus experiencias pueden ayudarnos ‒y mucho‒ a sostener el timón de nuestras construcciones.
Somos una fuerza que está comprometida con la construcción de un espacio ciudadano participativo porque creemos firmemente que la política es la herramienta de transformación que nos permitirá avanzar hacia una sociedad más justa.
Seamos parte de un destino compartido. Te invitamos a formar parte de nuestra fuerza solidaria. Escribinos, contactanos. El futuro es nuestro. Juntos vamos a cambiar la vida.
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