Como cada semana, Carlos Heller analizó en su panorama político económico para Tiempo Argentino los principales temas de los últimos siete días. En esta ocasión, el Presidente del PSol se refirió a cómo “el establishment comenzó a trabajar intensamente para tender puentes y marcarle la cancha al próximo gobierno, teniendo en cuenta que los números de las PASO parecen casi imposibles de remontar”. Para luego cerrar su columna afirmando: “Las buenas políticas son aquellas que mejoran el bienestar de la ciudadanía. Claro que este cambio de rumbo no está exento de desafíos para quien gobierne a partir de diciembre. Los términos en los que se negoció el fuerte endeudamiento con el FMI fueron diseñados para que inexorablemente condicionen a la próxima gestión y por lo tanto deberán ser revisados para poder afrontarlos. Debería, además, reorganizarse la provisión de servicios públicos para que estos sean accesibles para todos y todas, y no un negocio para unos pocos. Pensar un país en el que los servicios de salud y educación no estén a merced del ajuste fiscal y un país en el que se fomente el desarrollo industrial y no la reprimarización de la economía. Son desafíos cuya consecución le devolverá a la población argentina la expectativa de que se puede vivir mejor. Las PASO mostraron que es una necesidad y un deseo de la sociedad. Hay que seguir bregando porque se transforme en una realidad”.

“El tema del dólar hay que verlo en el marco del conjunto de las variables, porque el problema no es a cuánto está el dólar sino a cuánto terminan estando los fideos y el pan como consecuencia de la variación del tipo de cambio. En una economía de libre mercado y sin regulaciones, donde las tarifas se miden con el dólar, la harina se mide con el dólar, la carne se mide con el dólar, el gran problema de que exista una devaluación es a cuánto van a estar los alimentos y a cuánto va a crecer la pobreza en la Argentina”, señaló Carlos Heller en su intervención en el programa Brotes verdes. Y agregó: “No es un problema financiero, es un problema económico que afecta directamente la calidad de vida de la gente. Por lo tanto, lo mejor que puede hacer este Gobierno es asumir que le quedan cuatro meses de gestión y tratar de no generar una crisis que sea gravosa para los argentinos y las argentinas”.